Una cárcel en Ecuador permanece este miércoles rodeada por un fuerte cordón militar al día siguiente de un motín que dejó al menos 30 reclusos muertos y 47 heridos, en la segunda revuelta más sangrienta del año en este país que sufre una crónica crisis penitenciaria.

La presencia de soldados en los exteriores de la prisión Guayas 1, que es parte de un gran complejo penitenciario en el puerto de Guayaquil (suroeste), fue reforzada -según una fuente castrense- a raíz del tumulto a bala entre reclusos pertenecientes a bandas vinculadas a cárteles mexicanos de narcotráfico.

Debido a la crisis penitenciaria, alimentada por la sobrepoblación, corrupción, insuficiencia de guardias y la violencia, los militares apoyan desde hace meses el control exterior de las cárceles guayaquileñas.

Los enfrentamientos armados se registraron el martes en la prisión Guayas 1, con un saldo de “30 PPL (personas privadas de la libertad) fallecidos, 47 PPL heridos”, informó el miércoles el comandante policial en Guayaquil, general Fausto Buenaño, al actualizar la cifra de víctimas.

La Fiscalía había fijado la víspera el número de víctimas en 29 presos muertos y 42 heridos, al anunciar una investigación sobre los enfrentamientos.

“Seis de los PPL fallecidos habrían sido decapitados”, añadió el ente acusador por Twitter.

La policía ingresó a Guayas 1 y “se evitó que haya más muertes violentas al interior”, agregó Buenaño, que lideró las acciones para retomar el control de la prisión. “Evitamos que esto sea un mal mayor”.

Pero hacia la medianoche del martes, la Policía anunció que se volvió a activar “ante la alerta de posibles enfrentamientos” entre presidiarios.

Armas largas

La revuelta agrava la crisis penitenciaria en Ecuador causada por los choques por el poder entre bandas criminales vinculadas a los cárteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, que ya dejaban unos 120 presos fallecidos en lo que va de año en el país, según autoridades.

Sólo el 23 de febrero, amotinamientos simultáneos en cuatro cárceles de tres ciudades dejaron al menos 79 reclusos muertos, entre ellos decapitados.

“Realmente es algo lamentable lo que está pasando al interior” de las cárceles, señaló Buenaño.

Los amotinados, que incluso tenían en su poder un fusil, “nos atacaron con armas largas, armas cortas”, dijo.

El organismo gubernamental a cargo de las prisiones (SNAI) señaló en Twitter que suspendió el miércoles, por 48 horas, las actividades administrativas “no prioritarias” en el complejo penitenciario de Guayaquil.

Hace dos semanas, una cárcel en ese mismo complejo fue atacada con drones con explosivos en medio de “una guerra entre cárteles internacionales”, de acuerdo con el SNAI. El incidente no dejó víctimas pero sí daños materiales.

En Ecuador, con 17,7 millones de habitantes, la violencia ha pasado a ser permanente en sus 65 cárceles, que padecen una insuficiencia de guardias y una sobrepoblación de reclusos (39.000 sobre una capacidad para unos 30.000)

Dos bandas con 20.000 miembros

“Viene una crisis carcelaria desde al año 2010, con un promedio de 25 homicidios por año, pero que se acelera significativamente a partir de 2017 hasta el peak de este año, en que debemos haber pasado ya los 160 homicidios”, dijo a la Agence France-Presse el experto en seguridad y narcotráfico Fernando Carrión.

Según la Defensoría del Pueblo, en 2020 se registraron 103 asesinatos en las penitenciarías del país, en las que la corrupción facilita el ingreso de armamento y municiones.

La tercera parte del total de reclusos “proviene de organizaciones criminales explícitas vinculadas al narcotráfico” internacional, dijo Carrión, catedrático de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) de Quito.

Dos de las bandas que respaldan a los carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación tienen unos 20.000 miembros, según informes policiales.

Ecuador incautó entre enero y agosto de 2021 unas 116 toneladas de drogas, en su mayoría cocaína, frente al récord de 128 toneladas de todo 2020.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha condenado la continua violencia en las cárceles ecuatorianas, mientras que el gobierno prevé ampliar la capacidad carcelaria dentro de un plan para reestructurar el “precario” y “caótico” sistema penitenciario.

Ubicado entre Colombia y Perú, principales productores mundiales de cocaína, el país es utilizado como tránsito para el envío de drogas a Estados Unidos y Europa.