México espera que la Universidad de Innsbruck, en Austria, determine si las muestras son de alguno de los 43 estudiantes desaparecidos en 2014.

La Fiscalía de México envió a Austria 16 restos humanos para determinar mediante análisis genéticos si corresponden a alguno de los 43 estudiantes de Ayotzinapa (Guerrero, sur) que desaparecieron en septiembre de 2014, un caso que provocó conmoción internacional, informó este jueves el Gobierno.

Representantes de la Fiscalía y de un equipo argentino de antropología forense entregaron este jueves a la Universidad de Innsbruck de Austria los 16 restos óseos encontrados en “la Barranca de la Carnicería del ejido de Cocula, Guerrero”, señaló el gobierno en un comunicado.

Con este envío de restos humanos, suman tres los que se han hecho a Innsbruck como parte de las investigaciones del caso Ayotzinapa.

El instituto austríaco ya ha identificado restos de dos de los 43 normalistas, Christian Alfonso Rodríguez Telumbre y Alexander Mora Venancio.

Durante el gobierno del mandatario Enrique Peña Nieto (2012-2018), la Fiscalía dijo que tenía indicios para la identificación de otro estudiante, Jhosivani Guerrero.

Un total de 82 personas han sido detenidas por el caso, mientras están por ejecutar nueve órdenes de arresto y falta la liberación de 14 órdenes más, dijo este jueves a la prensa el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas.

Padres de las víctimas insatisfechos

“Quisiéramos tener mayores avances, pero creo que estamos avanzando de manera consistente”, aseguró Encignas, después de una reunión del presidente Andrés Manuel López Obrador con familiares de los 43 estudiantes desaparecidos.

Pero los padres de los estudiantes se sintieron “insatisfechos” porque esperan “resultados contundentes” sobre el paradero de sus hijos, declaró a la AFP Vidulfo Rosales, abogado de las familias. “Lo único que se informó ahora fue la detención de dos policías”, uno federal y otro municipal, añadió.

Los alumnos desaparecieron la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014 en Iguala (Guerrero), tras ser baleados por pistoleros y policías coludidos con el cartel del narcotráfico Guerreros Unidos, ambos señalados en un principio como principales responsables del hecho.

Durante el gobierno de Peña Nieto, la Fiscalía defendió lo que denominó la “verdad histórica”, según la cual integrantes de Guerreros Unidos asesinaron a los jóvenes, incineraron sus cuerpos y los arrojaron a un río.

Pero el actual gobierno y la Fiscalía han rechazado esta versión y ampliaron las investigaciones.