El gobierno peruano ordenó el lunes una investigación interna en la policía, tras divulgarse imágenes inéditas que contradicen la versión oficial sobre la muerte de 13 personas en una discoteca de Lima, el 22 de agosto, durante un allanamiento en medio de la pandemia de covid-19.

“El ministro del Interior, con el nuevo conocimiento de la información que le han dado, está disponiendo las acciones a través de Inspectoría de la Policía Nacional”, declaró a la prensa el ministro de Defensa, Jorge Chávez.

“Ahora, ante la luz de los hechos, se tienen que tomar otro tipo de medidas”, agregó. Tras esto, ya han sido apartados de sus funciones al menos 3 policías.

Imágenes grabadas por una cámara de seguridad de la discoteca Thomas RestoBar y difundidas en medios locales muestran que un policía cerró la puerta del local momentos antes de la estampida fatal, contrario a la versión oficial.

El escuadrón policial que intervino la noche del 22 de agosto para detener esa fiesta, prohibida en función de las restricciones vigentes por la pandemia, había asegurado que la puerta se cerró por la estampida de un centenar de asistentes que querían huir. El gobierno utilizó esa versión como oficial.

“Si el jefe del operativo no dijo la verdad, eso no puede ser aceptado” dijo el primer ministro, Walter Martos, a periodistas.

Este anuncio se concretó en la víspera de la comparecencia del ministro del Interior, Jorge Montoya, ante la Comisión de Fiscalización del Congreso para explicar los detalles del incidente.

El presidente peruano, Martín Vizcarra, había pedido hace una semana una “rigurosa investigación”.

Por el momento, la justicia impuso 18 meses de prisión preventiva contra Job Luque, supuesto organizador del evento en esa discoteca, situada en el populoso distrito de Los Olivos (al norte de Lima).

La policía irrumpió para poner fin a la fiesta con 120 personas, lo cual violaba la prohibición de realizar eventos o reuniones grupales debido al estado de emergencia sanitaria impuesto ante la pandemia.

De las 13 víctimas, 12 son mujeres, quienes murieron por asfixia al ser aplastados por asistentes que huían para no ser detenidos, según la policía.

El Ministerio del Interior había anunciado hace una semana una investigación para verificar si se cumplieron los procedimientos previstos en las intervenciones a locales públicos. La policía negó irregularidades.

A la fecha, la pandemia ha contagiado en Perú a casi 650.000 personas y mató a 28.788, según cifras oficiales.