Tiene 25 años, la suerte de sobrevivir a un ataque armado y una decisión tomada.
No fue un extraño quien casi le arrebató la vida. Fue el más conocido de todos para una mujer que comparte su vida en pareja.
El pasado 11 de agosto, en el centro de Venâncio Aires, Estado de Río Grande, Brasil, Micheli Schlosser fue perseguida por su pareja de hace año y medio, Lisandro Rafael Posselt.
El hombre iba con arma en mano detrás de su novia. Ella se encerró en un vehículo con sus amigos para emprender la marcha. Sin embargo, él descargó 5 proyectiles que fueron a dar en su humanidad: dos en la cabeza, uno en la espalda y otros dos en el brazo izquierdo.
Momentos antes disfrutaban de un helado en la referida localidad brasileña. Ella lo vio chateando con otra mujer, por lo que se originó una fuerte discusión, según consigna el periódico local Folha do Mate. Todo terminó con ella y otros amigos huyendo de Lisandro y su arma calibre 22.
Afortunadamente, cuando fue llevada al hospital, los 5 impactos de bala no habían perforado órganos internos. Tampoco le provocaron daño cerebral. Un milagro, en una sola palabra.
Casi 6 meses después de este ataque, el caso dio un giro inesperado. En el juicio en contra del casi femicida, los impactos de bala fueron sustituidos por la decisión de Micheli, la sobreviviente del violento ataque.
Perdón, un beso y varias frases impactantes de una víctima
Lisandro había recibido hace unos días una condena de 7 años de prisión por intento de femicidio.
Micheli pidió permiso al jurado para acercarse hasta su agresor. Minutos después, le fue concedido el acercamiento.
La sorpresa para los presentes llegó cuando la joven besó a Lisandro, como si se tratase del mejor de los novios.
Entre los más sorprendidos, el juez que ventiló la causa. João Francisco Goulart Borges, quien declaró más tarde al enterarse de la decisión de la joven: “Me sorprende que una mujer que recibió cinco disparos tenga este deseo de mantener una relación así. Es realmente sorprendente”.
Micheli sabía la controversia que se generaría al perdonar y volver con el hombre que casi la mata. Fue entonces que confesó que daría un paso más a la relación con Lisandro.
“Intentaremos establecernos, tener nuestra casa y casarnos”, relató a los medios locales que estaban siguiendo minuto a minuto lo que al inicio parecía un juicio contra un agresor en toda la extensión de la palabra.
Las frases de la joven sorprendían a medida iban apareciendo, al punto en que aseguró que todo fue su responsabilidad.
“Yo lo provoqué. Nunca me había agredido, siempre fue muy bueno conmigo y ya pagó por su error”, aseguró.
El aún sorprendido juez Goulart, dijo que no había posibilidad de que Lisandro haya amenazado a la víctima para lograr su perdón y por ende su libertad, debido a que continuaba detenido tras su sentencia.
Con la decisión de Micheli, su pareja saldrá de la cárcel, ya que la condena es menor a 8 años y el sujeto no cuenta con otros antecedentes penales.
“De todos los hombres que tuve, fue uno de los mejores. No me puedo quejar, no es una mala persona. Me trató de la mejor manera posible, me llevó a todas partes. Fui una reina para él”, sentenció Micheli.
¿Por qué Micheli perdonó a su agresor?: la Psicología lo explica
Varias organizaciones que velan por los derechos de la mujer en Brasil, México y buena parte de Latinoamérica, han seguido de cerca este caso. Los psicólogos, también.
En una publicación de la profesional Estefania Vera, se hace hincapié en un proceso que revela el porqué de la actitud de la joven brasileña o de otras que han estado a punto de morir o son agredidas por sus parejas constante y progresivamente.
Se trata del Círculo del Maltrato o de la Violencia y fue desarrollado por la estadounidense Lenore Walker en 1979 y tiene tres etapas.
Tensión: La violencia viene de a poco, pero es progresiva y ocurre de forma verbal, sin descartar que se presente de forma física, “en peleas, cambios de ánimo repentinos… Mientras que la víctima intenta, habitualmente, evitar hacer todo aquello que pueda suponer una escalada de tensión”.
La siguiente fase es la agresión y es en esta donde estalla la violencia. La víctima sabe que es momento de acudir a su familia y amigos para dejar a su agresor.
La fase de la conciliación: también conocida como “luna de miel”, en la que el agresor se deja ver arrepentido, pide perdón y se comporta de forma muy similar al principio de la relación.
Promete que jamás volverá a suceder, además de comprometerse a un cambio, no sin antes excusarse por su comportamiento, al punto de sugerir que se ha tratado de una “locura transitoria”, aseguró hace ya 40 años atrás la psicóloga Walker.
Eso explicaría el comportamiento de Micheli, quien volvió a justificar a los medios su decisión, luego de la salida de prisión de Lisandro.
“No quería matarme. Por supuesto que lo hizo mal, pero estoy seguro de que ya no lo hará. Siempre me trató muy bien. ¿Qué hombre que llena su habitación con fotos de su novia? Lo hizo ”, dijo la joven.
Con respecto a los comentarios en las redes sociales, que además llegan de varias partes del mundo, la mujer considera que no son relevantes en sus vidas.
“Hay muchas personas que escriben muchas cosas y no saben nada. Tenemos una relación y nos llevamos muy bien. Y lo que sucedió me fortaleció aún más. Queremos construir una casa de tres pisos y juntos abrir un negocio para mí, una tienda de ropa o una panadería, y una tienda de carpintería para él. Siempre soñamos con eso ”.
Micheli asegura que su novio está en la casa de su madre, tratando de pensar en todo lo ocurrido y que por hoy no quiere hablar con nadie. Al parecer, ella insiste en ponerle confianza a la relación. “Puede ser que sigamos con la vida como pareja”.
