La concursante de 77 años del reality estalló en furia contra el ex uniformado luego de que este interrumpiera su sueño haciéndole una broma a Cony Capelli.

A una semana de su álgida pelea con Pincoya (Jennifer Galvarini), Mónica volvió a vivir un momento de intensa furia contra uno de sus compañeros de encierro en Gran Hermano, el que incluso terminó con insultos de parte de la mujer.

La situación se dio cuando la concursante de 77 años se encontraba tomando la siesta, mientras que en otra cama de la habitación Cony Capelli y Pincoya compartían una de sus características historias. Fue en ese momento que Rubén llegó para acostarse junto a ellas.

Sin embargo, toda la situación se convirtió en risas y un ataque de cosquillas contra Capelli, quien no pudo contener un grito despertando a Mónica. La mujer despertó evidentemente asustada, mientras la bailarina escapaba de la habitación y el ex uniformado se escondía de ella.

Fue luego de que Cony le confesara que el culpable de su grito fue Rubén, Mónica estalló en furia: “A ti te estoy hablando, oye Rubén, ¿Qué andabai’ huebiando allá en mi pieza?”, lo interpeló desde la puerta de la habitación.

Ante sus palabras, sus compañeros no pudieron ocultar su sorpresa, pues la mujer acostumbra a no usar vocabulario soez. “Qué andabai huebiando no más, se me salió el garabato”, le espetó a Rubén, quien reaccionó con risas.

No obstante, esto no calmó para nada a la concursante. “Escúchame y dame la razón. En la noche pasa lo mismo“, le respondió Mónica golpeando una almohada con su peine, ante las explicaciones de su compañero de Gran Hermano.

No me dejan dormir y ahora estoy descansando y se ponen a gritar otra vez. Está durmiendo también Rai quien se sacó la mugre lavando todo el montón de loza. Es lo mismo que si yo me pusiera, cuando están descansando, a gritar. Ya está bueno ya, yo quiero ir a hablar con Gran Hermano“, le espetó a viva voz la mujer, quien comparó la situación a su anterior altercado con Galvarini.

Pese a que su compañero de encierro se deshizo en disculpas, la mujer las aceptó a regañadientes entre lágrimas.