La joven empresaria gastronómica compartió con sus seguidores de Instagram el radical cambio físico que tuvo tras someterse a una cirugía de manga gástrica.

Valentina “Vale” Ramos saltó a la fama luego de participar en la edición chilena del programa de cocina MasterChef de Canal 13. En dicho espacio, la oriunda de Loloi (región de O’Higgins) demostró sus habilidades culinarias y se hizo viral por su frase “Hay que pegarle”.

Esta semana, la también ex participante de El Discípulo del Chef de CHV mostró a sus seguidores de Instagram el radical cambio físico que tuvo tras someterse a una cirugía bariátrica.

En conversación con Página 7, la emprendedora gastronómica explicó cómo cambió su vida luego de su operación, que la hizo bajar 50 kilos en tan solo 6 meses. Previo a su cirugía, Ramos llegó a pesar 122 kilos, sin embargo, ahora está en 73 kg.

“Me hice una manga gástrica, un proceso bariátrico, y ahí comenzó toda la aventura. Me lo hice el 28 de septiembre del año pasado, y desde ese tiempo he bajado todo eso”, contó la joven.

La cocinera contó que gestionó su intervención a través del Bono PAD (Pago Asociado a Diagnóstico) de Fonasa. Se trata de un beneficio que permite a los usuarios de este servicio previsional y sus cargas acceder a distintos paquetes de prestaciones y atenciones en salud, pagando un precio fijo y conocido.

Vale mencionar que el bono aplica para diversas intervenciones o procedimientos quirúrgicos. Cada paquete del Bono PAD incluye: la cirugía, días de cama, medicación, exámenes y los insumos que necesitará el paciente.

“Tuve que pagar cerca de $ 2.700.000 millones, aparte de los exámenes, medicamentos, sumado a los viajes desde Lolol”, detalló “Vale”.

Vale Ramos y su vida post cirugía: “He logrado cambiar mis hábitos”

La ex MasterChef destacó los cambios, tanto físicos como psicológicos, que trajo consigo someterse a la cirugía bariátrica, así como los efectos positivos en su salud y autoestima.

“Me he sentido súper bien, la verdad es que el cuerpo lo agradece, es harto menos. Ya no me duelen tanto las rodillas, los tobillos, me puedo comprar la ropa que quiero, no tengo que andar buscando en el sector de tallas grandes. Ha sido un cambio súper positivo”, comentó.

“Esto va acompañado con una dieta. Ahora trato de evitar las masas, el azúcar, dejé el copete de lado, llevo siete meses sin tomar. También como harta proteína, me cuido caleta”, mencionó la joven.

Sumado al cambio físico que atravesó su cuerpo, Ramos confesó que lo más complejo del proceso ha sido “cambiar el chip mental”. “Uno siempre va a tener su mentalidad gorda. Me quedan las ganas de comer lo que comía antes, pero trato de evitarlo”, afirmó.

“He logrado cambiar mis hábitos, tuve una muy buena psicóloga que me ayudó con eso, orientarme para saber comer”, expresó Valentina, “uno con el tiempo va perdiendo la seguridad en uno mismo, y con esto la recuperas. A mí me cambió la vida 100%“, agregó.