Daniela Aránguiz habló de la polémica con Angie y Anita Alvarado, y además reconoció las culpas de Valdivia en el fin de su matrimonio.

Daniela Aránguiz concedió una extensa entrevista a Buenas Noches a Todos, donde no solo habló de la polémica con Anita Alvarado, sino que también de su actual relación con su exmarido Jorge Valdivia.

El fin de semana comenzó una mediática pelea -con duros insultos- entre Alvarado, Aránguiz y Valdivia, donde se revivió una antigua infidelidad del futbolista con la hija de la llamada “Geisha chilena”, Angie Alvarado, de entonces 17 años.

“Esto era una herida que estaba cerrada hace mucho rato, está súper sanada y cicatrizada… ya pasaron más de 11 años de este capítulo que se volvió a abrir, que es una lástima”, comenzó.

“Como mujer no tienes la misma cabeza a los 20 que a los 30 años, a esta edad no quieres callar, nadie te puede hacer callar. A esta edad la tolerancia cambia y ya no aceptas que alguien hable de ti, sin tener derecho”, afirmó.

De esta forma, explicó por qué respondió a los dichos de Anita en Podemos Hablar, quien la acusó de “no tener dignidad”, por haber perdonado varias infidelidades de su exesposo.

Entre otros temas, Daniela recordó cómo la misma Angie Alvarado en Mentiras Verdades, hace años, contó cómo se reían de ella en su cara con Valdivia. “Que yo era una tonta, porque cómo no me daba cuenta la forma en que ella se saludaba con Jorge delante mío… Entonces ¿por qué ahora yo no puedo hablar?”.

“Yo fui la víctima, no la culpable”

Aránguiz, añadió, que para ella la polémica tiene una meta económica. “La televisión es un ambiente donde se gana mucho mejor que en otro tipo de trabajo cuando no tienes una profesión, siento que agarrarse – como se dice en el buen chileno- de algo que pasó hace mucho tiempo vuele a abrir (oportunidades de) trabajo. La economía no está buena”, dijo.

“En cierto modo lo entiendo, para mí es gratis. Esto no me ayuda en nada, al contrario. Me quita de mi posición de ser una mamá que había avanzado, ya no tengo 20 años. Al abrir estas puertas bajas de edad, por decirlo así”, afirmó.

No obstante, y debido a que se apartó durante 15 años de las polémicas por las infidelidades, alzó la voz porque “para mí, cuando se habla de la palabra dignidad, se trata de una palabra muy grande. No tener dignidad, lo puede decir alguien que no tenga tejado de vidrio”, sentenció.

“Estamos hablando de una situación donde yo fui la víctima, no la culpable. Si yo hubiera sido la culpable, me toca quedarme callada pero no lo soy ni nunca lo fui… Me aburrí”, añadió.

El matrimonio de Daniela Aránguiz y Jorge Valdivia

La exchica Mekano también hizo un recorrido por la relación que mantuvo con Valdivia, con quien se casó a los 19 años, asegurando que hoy se llevan mucho mejor como pareja separada que casada.

“Uno siempre le echa la culpa a la mujer. La mujer le coqueteó, la mujer hizo esto, la mujer hizo esto otro. Pero yo entendí con los años que si no iba a ser esta, iba a ser otra mujer”, comentó.

“Él que me debía respeto a mí y a la relación, no era la mujer, que además yo no conocía, sino que mi marido. Y eso cuesta entenderlo cuando uno está enamorada y cegada por un proyecto que tienes de vida y familia”, reconoció.

De hecho, Daniela afirmó que durante sus primeros años de matrimonio “pensé que me había casado con el hombre perfecto, que teníamos un matrimonio perfecto y que casi éramos bendecidos por las cosas que nos estaban pasando a nivel profesional, económico, laboral, etc”.

“Pero de repente te llega un balde de agua fría y que cuando uno es chica no sabe cómo reaccionar. Si esto me hubiese pasado a los 37 años que tengo hoy, ni siquiera estaríamos hablando de perdones”, explicó.

La nueva normalidad

Tras un matrimonio de más de una década y varios cambios de país por el trabajo del deportista, Daniela y Jorge se separaron este año 2022. Desde entonces, mantienen una relación sana por sus hijos.

“Con Jorge yo me llevo bien. No te podría que ‘nunca más voy a volver con él’, porque no sé lo que pasará en tres años más”, explicó.

“Nos llevamos súper bien. Incluso, mejor separados que juntos. Obviamente que siempre él me dice que soy el amor de su vida y muchas otras cosas, pero siento que ahora necesito tiempo para mí y estoy disfrutando porque quiero hacer lo que yo quiero”, reconoció.

“Yo podré decir muchas cosas de él como marido, pero como padre, no me arrepiento ni un segundo de haber perdonado lo que perdoné. No podría haber elegido mejor al padre de mis hijos”, dijo.

“Tenemos una relación bonita y él puede entrar a mi casa cuando quiere. De repente yo llego y está durmiendo con Jorgito o está con la Agustina en su pieza”, relató.

“Yo nunca le quitaría eso a mis hijos. Siempre vamos a ser una familia y toda la vida lo voy a respetar como el padre de mis hijos“.