Por su parte, la modelo aseguró que no quiere venganza. "Tengo que agradecer que mi hijo está vivo", dijo.

Hace una semana, Tiziano Gravier, hijo de Valeria Mazza y Alejandro Gravier, fue brutalmente agredido a la salida de un bar en Rosario, Argentina. Este miércoles, aún en recuperación, el joven de 20 años habló tras el ataque y aseguró que espera que sus atacantes reciban su respectivo castigo.

Hoy estoy angustiado, un poco triste. Me cuesta concentrarme y pienso mucho en lo que pasó”, dijo a la revista Hola!. El ataque dejó al joven con una fractura de mandíbula, a lo que acabó hospitalizado inmediatamente.

“En un país civilizado, romperle la mandíbula a alguien está mal, no importa quién sea. Estoy de acuerdo que la justicia debería actuar con la misma rapidez y eficiencia siempre”, dijo Tiziano, apuntando a que quiere “que se cumpla la ley”.

Estas cosas no pueden seguir pasando y que cualquiera que cometa un delito debe asumir las consecuencias, no importa quién sea. Porque hoy me tocó a mí, pero tengo claro que no soy el primero que sufre este tipo de ataques y Tiziano podría haber sido cualquiera. O sea, Tiziano somos todos”, aseguró.

Las lesiones en el hijo de Valeria Mazza

El segundo de los cuatro hijos de Valeria Mazza y Alejandro Gravier debió ser intervenido quirúrgicamente el pasado miércoles 8 de junio. La cirugía duró dos horas y, al día siguiente, Tiziano recibió el alta.

Pese a esto, este miércoles deberá ser operado nuevamente, debido a que el personal médico detectó una fisura en la parte delantera de la boca, que corregirán colocándole otra placa de titanio.

Mazza explicó que la noticia de esta nueva intervención provocó “un revés emocional” en Tiziano, que estaba evolucionando de forma satisfactoria. La madre del joven dijo que este se encontraba “repuntando y mejorando día a día”.

Valeria Mazza aseguró que no piensa irse del país, pero espera que se tomen medidas para que ningún joven tenga que pasar por lo mismo que vivió su hijo.

En declaraciones a Radio Con Vos expuso: “La respuesta no puede ser Ezeiza. Yo sigo eligiendo quedarme en la Argentina y voy a hacer todo lo posible, desde mi lugar, para aportar mi grano de arena y que las cosas empiecen a funcionar de otra manera”.

No siento ganas de venganza, pero me gustaría que, ya que esto le pasó a un hijo mío, y que ha tenido esta repercusión, lo usemos para que sea un ‘basta’”, añadió.

De acuerdo a la supermodelo, “yo, desde el corazón, puedo perdonar. Pero los padres de Fernando Báez Sosa no pueden perdonar. Yo tengo que agradecer que mi hijo está vivo, ¿pero tengo que esperar que lo maten?”.