Cuando tenía recién doce años empezó en la música. Había dicho que su hermano, Salvador, fue fundamental. Le robaba la guitarra y se lanzaba a componer. En Málaga, su tierra natal. A esa edad escribió Desencuentro. No es su canción más afligida, porque todas tienen ese dejo de melancolía, de desamor. Intento vivir sufriendo bajo este silencio y de nuevo por ti me hundo en un infierno, dice parte de la letra. Doce años. Pablo Alborán lo explica “porque el amor no tiene edad”, aunque ni él entiende bien cómo es que, tan pequeño, tenía sentimientos tan profundos.

El confinamiento fue una oportunidad. El 6 de noviembre publicará su nuevo disco Vértigo. Ya adelantó un single: Si hubieras querido. Otra vez el amor, el desamor. “Soy muy peliculero a veces, muy intenso. Pero son solamente mis letras. En la vida real no me pasan tantas cosas como parece”, se excusa con BioBioChile. “Creo que al final son sentimientos que todo el mundo tiene alguna vez en su vida”.

Vivió el comienzo de la pandemia de covid-19 en su residencia en Madrid. Encerrado, habrá pensado bastante sobre su vida. Tanto, que cuando la capital de España estaba a punto de salir de cuarentena, en junio, decidió contar que es homosexual. “Mucha gente lo suponía. En mi casa siempre he tenido la libertad de amar a quien he querido”, dijo en un video que publicó en Instagram. Más tarde explicó que esa revelación no fue un acto de valentía. Fue un acto de dignidad. Y hasta ahí llega, sin traspasar la línea de su privacidad. “Mi vida no la venderé jamás”, dice.

“Te prometo que la escribí con doce años”

Está en México, guardando cuarentena. ¿Por qué? La respuesta la entrega él: “Eso digo yo. Pregúntale a Trump”. Bromea, pero la realidad es que quiere entrar a Estados Unidos para ir a los Latin Billboard 2020, que se realizarán en Miami. Cantará su nuevo single en el escenario del BB&T Center. “Me han dicho que tenía que estar en México para poder estar en Miami y yo hago lo que hay que hacer. Me encierro en una habitación. Me cuido. Me traigo un piano. Me traigo mi estudio de grabación y aquí ya me sobra el mundo”, comenta.

No dejas de trabajar entonces…

“Nunca. Para mí la música nunca será un trabajo como tal. Bueno, lo es, pero la composición va conmigo. Es como respirar”.

Leí que empezaste a componer muy pequeño. ¿A qué edad fue?

“Canciones, canciones… a los doce años”.

Entiendo que entre esas estaba Desencuentro. ¿Cómo es que a los doce años escribiste esa canción?

“Hasta hoy me lo pregunto yo también, porque tengo sobrinas y sobrinos. Los veo y digo… si sienten lo que yo sentía cuando escribí esa canción, pues ¡qué barbaridad! Te prometo que la escribí con doce años. Recuerdo que era como ellos, pero tenía un mundo interno que uf. Yo escribía cosas muy profundas para tener esa edad. Cosas que ni siquiera había vivido. Pero supongo que era el deseo de vivirlas…

Y si lo piensas, ¿cómo te lo explicas?

“Pues porque el amor no tiene edad y porque, al final, el amor se transforma y no tiene por qué ser el mismo (…) Al ser un lenguaje universal, una canción que tú escribas sobre una cosa puede significar otra muy distinta para otra persona”.

En 2011 lanzó su primer disco Pablo Alborán (sí, tenía su mismo nombre). De ahí salió Solamente tú, la canción que lo llevó al éxito y que empezó a sonar en las radios chilenas. Luego publicó Tanto, Terral, Prometo. Y ahora Vértigo, aunque todavía no se conoce del todo.

¿Qué tanto de realidad hay en tus letras? Es que me cuesta creer que alguien pueda sufrir tanto de amor…

Se ríe. “Es que me recreo mucho. Soy muy peliculero a veces, muy intenso. Pero son solamente mis letras. En la vida real no me pasan tantas cosas como parece. Creo que al final son sentimientos que todo el mundo tiene alguna vez en su vida. Y luego… pues hay un 50 y 50. Las primeras 50 son cosas que me han pasado y las otras 50 son cosas que le han pasado a otras personas. En una canción puede haber de todo”.

Vértigo

El 15 de septiembre reveló el nombre del nuevo disco. “Es el título más honesto que podía darle a este álbum. Porque amar da vértigo, que no te quieran da vértigo, el momento que estamos viviendo da vértigo. Pero por otro lado, si no sientes vértigo, es que no estás vivo”, explicó en un tuit. Dice que, en este álbum, los fanáticos encontrarán más vida, más intimidad, más realidad y más cercanía. “Como cuando estoy tirado en una cama, con el piano, con amigos… Es el disco con más vida de lo que he hecho hasta ahora”.

¿Qué lo hace diferente?

“Como están dichas las cosas, como están cantadas, como están producidas las canciones. Y el momento en el que está hecho. Creo que las cosas suceden, tienen sentido, con respecto a lo que pasa a su alrededor. Lo que nos ha sucedido a todos, inevitablemente se tiene que ver, al menos en mi caso, reflejado en la música… que es el lenguaje más directo que tengo”.

¿Qué tanto vértigo hay en tu vida?

“Teniendo en cuenta que me dedico a una profesión que está cambiando, y que es una de las más inestables, creo que siento vértigo todos los días. Y me encanta. Le recomiendo a todo el mundo sentir un poquito de vértigo en la vida, porque de otra forma no es interesante. No tienes por qué ser Pablo Alborán ni dedicarte a la música”.

No sabemos qué pasó por su cabeza ese 17 de junio. Podemos suponer que hubo vértigo, tal vez. Esa sensación de estar al borde de precipitarse y caer en algo desconocido, con consecuencias que tampoco se conocen. Deja entrever que no le importa. Que lo esencial era caer, como sea. Lanzarse. “El ser honesto no quiere decir que se pase la barrera de la privacidad, de la intimidad. Son cosas diferentes”, dice. Se refiere al video en el que habló de su orientación sexual.

¿Hubo repercusiones?

“Repercusión hubo bastante, sí, pero no tuve ninguna intención. Lo que quise hacer lo hice donde, cuando y como quería. Lo que sucedió después yo nunca lo pude controlar… aparte que no estaba ni está en mi cabeza (…) Yo vendo mi música pero mi vida no la venderé jamás”.

“Me han hecho sentir en casa”

Estuvo en el cierre de la Teletón en 2011. El Festival de Viña del Mar, en 2013, fue uno de los primeros escenarios grandes que lo vio actuar. Por eso, dice, recuerda con cariño a Chile. Una de sus últimas presentaciones masivas fue en la Quinta Vergara, este año. También se presentó, virtualmente, en Vamos Chilenos, el programa en el que se reunieron todos los canales nacionales para juntar dinero e ir en ayuda de los adultos mayores, uno de los segmentos más afectados por la pandemia. Ahí también recordó a su familia y le mandó un saludo a su única abuela que tiene con vida. Y entregó un dato que no todos conocen.

Cuando estuviste en Vamos Chilenos dijiste que tenías familia en Chile…

“Mi relación con vuestro país es un amor incondicional. Desde siempre. Independiente de que tenga familia allí o no. Pero es verdad, tengo una prima que vive en Chile desde hace muchísimos años con sus hijos, su marido. Es una conexión aún más cercana todavía para un país que siempre me ha hecho sentir en casa”.

¿Podría ser que tus fanáticos chilenos esperen un viajecito para venir a ver a tu familia?

Se ríe. “¡Bueno hombre, yo tengo poco tiempo! Me encantaría. Pero ahora mismo estoy aquí haciendo una cuarentena para ir a Miami. Pero si me dices que puedo ir a Chile, soy el primero que quiere ir. Y si además puedo ver a mi familia, que llevo tanto tiempo sin ver… porque mi trabajo me tiene de un lado para otro. Qué te voy a decir, imagínate, cuántas personas están deseando ver a su familia…”.

El disco viajó antes de salir

La pandemia lo pilló con Si hubieras querido ya grabada. Las otras canciones del disco fueron producidas a distancia, para evitar el contagio. “Esa canción la grabamos hace un año, se quedó tal cual la grabamos porque no quise cambiar absolutamente nada”, cuenta. Una parte del álbum la hizo en Madrid, en Los Ángeles, en Buenos Aires, en Nueva York y en Praga. “El disco ha viajado mucho antes de salir”, bromea. Y puede que sean sus únicas giras, pues tours, en medio de la covid-19, difícil.

¿Cómo fue la producción?

“Hemos hecho como hemos podido, pero no he sentido imposibles. La pandemia precisamente nos daba una inyección de posibilidades, porque cuando ves que se te cierran todas las puertas, que no puedes viajar, al final encuentras la manera. De un modo u otro, la hemos encontrado. El ser humano siempre encuentra la forma”.

¿Cuál es la canción en la que más entregas parte de ti?

Titubea. “Vértigo. Es una canción que está en este disco. Conecta mucho con mi presente y, màs que eso, con cómo estoy yo desde hace dos años. Con cómo veo la vida, cómo veo el amor, la familia, las amistades, el trabajo”.

¿Y cómo lo ves?

“Pues lo veo diferente a como lo veía antes, y más con la pandemia. Creo que la pandemia nos cambió la visión a todos”.

De la pandemia también nació Cuando estés aquí

“Sí, y en verdad encima está nominada a los Grammys, así que estoy súper súper emocionado. Tengo dos nominaciones por esa canción que no me lo esperaba para nada. Es una canción que produje en casa, con unos medios… un estudio casero (…) Es una canción que surge en pleno confinamiento, que habla un poco de todo lo que veíamos, de la generosidad de la gente en ese momento, de las aparentes mentiras de los políticos, del miedo y a la vez las ganas de salir adelante y las ganas de tener un mínimo de positividad para poder contagiar a los demás”.

Ese día, Pablo Alborán conversó virtualmente con varios medios latinoamericanos. Al otro día, contó en Instagram, tenía que realizar entrevistas con portales estadounidenses. Un disco con una gira que no ha sido anunciada, pero con promo por doquier. El español cerró entregando un consejo: “Si la gente quiere escuchar un trocito de Hablemos de amor -la canción que lanzará el 15 de octubre-, solo tienen que preguardar la canción y podrán escuchar el estribillo entero”. Después de eso, en su habitación de hotel mexicano, todavía en cuarentena, salió de la sesión de Zoom. Eso, sin antes cantarnos.