Este lunes comenzaron a circular por redes sociales algunas fotografías que generaron molestia y tristeza en algunos usuarios, mientras que otros se encargaron de difundirlas aún más.

Se trata de (al menos) tres imágenes en las que aparecen dos cuerpos, que fueron atribuidos al fallecido Sebastián Leiva, más conocido como Cangri, y a Germán Gundián, quien fue hallado cerca de él.

Durante las primeras horas de esta semana, usuarios de Facebook incluso etiquetaron a la familia del ex chico reality en estas fotos, que alcanzaron una notable viralidad en redes sociales.

Considerando que el respeto al joven y sus familiares no fue suficiente para detener a algunos internautas, sí lo fueron las consecuencias legales arriesgadas por compartir este tipo de material, expuestas en un artículo del medio CNN.

Al respecto, lo primero que aclara el abogado Pedro Anguita en el medio, es que la muerte de una persona es parte de la vida privada de su familia, quienes suelen desear que se “respete lo que es una persona después de vivir”, considerando que un muerto de por sí no tiene derechos ante la ley.

En este contexto, el profesional que también es académico de la facultad de Comunicación de la Universidad de Los Andes, explica que el sistema penal resguarda la vida privada de los chilenos a través del artículo 1616 A del Código Penal.

Es así como este artículo señala que quienes graben o difundan material privado, arriesgan una reclusión menor o una multa de un mínimo de 2 millones y medio de pesos.

“Se castigará con la pena de reclusión menor en cualquiera de sus grados y multa de 50 a 500 Unidades Tributarias Mensuales al que, en recintos particulares o lugares que no sean de libre acceso al público, sin autorización del afectado y por cualquier medio, capte, intercepte, grabe o reproduzca conversaciones o comunicaciones de carácter privado; sustraiga, fotografíe, fotocopie o reproduzca documentos o instrumentos de carácter privado; o capte, grabe, filme o fotografíe imágenes o hechos de carácter privado que se produzcan, realicen, ocurran o existan en recintos particulares o lugares que no sean de libre acceso al público.

Igual pena se aplicará a quien difunda las conversaciones, comunicaciones, documentos, instrumentos, imágenes y hechos a que se refiere el inciso anterior”.

No obstante, el abogado señala que lo difuso de este caso es que las fotos habrían sido tomadas en un lugar público, a pesar que el cuerpo correspondería como parte de la intimidad de la familia.

Según la información entregada, los restos de Leiva fueron encontrados en el desierto de Bolivia luego de fallecer de hipotermia por las bajas temperaturas nocturnas del lugar y una intoxicación con una sustancia química que aún no ha sido revelada. Tampoco se sabe quién tomó las fotos de los cuerpos.

Anguita explica que la viralización de este tipo de material suele dificultar la búsqueda de culpables. Sin embargo, el profesional agrega que un familiar puede emplear un recurso de protección en contra de quien posea estas fotos, con objeto de eliminarlas de la red.

Por ahora, los resultados de la autopsia fueron enviados a un instituto, donde serán analizados y se especificará qué tipo de sustancia corresponde lo encontrado en el cadáver de Sebastián Leiva, quien fue reportado como desaparecido hace exactamente una semana.