Un nueva prueba está enfrentando Javiera Suárez en su batalla contra el cáncer. Producto de la quimioterapia, la periodista comenzó a perder su cabello, por lo cual debió raparlo por completo.

Pero como es costumbre, la comunicadora volvió a mostrar su valentía y compartió una foto de su nueva imagen en su cuenta de Instagram, la cual acompañó con un sentido mensaje.

“Siempre admiré a esas personas capaces de soltar… Con la habilidad de dejarse sorprender por la vida, sin querer controlarlo todo. Capacitado para aceptar lo que Dios o el destino nos tengan preparado, sabiendo que lo que sea, va a estar bien”, comenzó.

“El cáncer me ha impuesto ser cada vez más así. Cuesta, pero la mayoría de las veces, lo logro. Y no niego que ser así gracias a esta enfermedad, me ha hecho una mejor persona, ciertamente”, agregó.

“Hoy no puedo controlar ni siquiera de qué largo quiero tener mi pelo. Realmente importa estar pelada? No, pero, insisto, cuesta. Y es en esos instantes donde recuerdo la enseñanza… Soltar, dejarme sorprender, confiar… solo confiar”, añadió.

En poco más de una hora, la publicación alcanzó más de 58 mil likes y cientos de comentarios, donde sus seguidores le entregaban palabras de aliento y apoyo.

Recordemos que a mediados de marzo, la periodista descubrió que el melanoma que afectaba uno de sus pechos, huesos e hígado había regresado en la pleura pulmonar (membrana que recubre los pulmones). Pero no sólo eso, sino que además los médicos descubrieron otros dos pequeños tumores en el hígado.

Por lo mismo, ha debido someterse a un nuevo tratamiento tal como reveló a través de su cuenta de Instagram, donde se sinceró con sus seguidores.

“Estoy cansada. He sentido miedo, menos que aquella primera vez cuando me diagnosticaron la enfermedad, pero reconozco que el cáncer ésta vez ha querido apoderarse de mí como nunca antes. No lo dejo, peleo, me canso, vuelve a atacarme, me asusta, sigo peleando con amor y sonrisas, lloro, me enojo. Me miro al espejo y me obliga a no rendirme. No lo haré”, indicó.

“Hace poco cambiaron nuevamente mi tratamiento y pronto mi pelo se caerá. Ya lo he vivido antes. Aún así, duele. Sé que desde hace 3 años y para siempre mi vida está destinada a esta montaña rusa de altos y bajos. Ésta vez, nos tocó dura la pasada, pero ya vamos saliendo con amor y sonrisas. Sigo peleando, me asusto, pero tengo a mi familia y a Dios de mi lado. Sonrío, no me rindo. Agarro impulso y avanzo”, añadió.

Estoy cansada. He sentido miedo, menos que aquella primera vez cuando me diagnosticaron la enfermedad, pero reconozco que el cáncer ésta vez ha querido apoderarse de mí como nunca antes. No lo dejo, peleo, me canso, vuelve a atacarme, me asusta, sigo peleando con amor y sonrisas, lloro, me enojo. Me miro al espejo y me obliga a no rendirme. No lo haré. Hace poco cambiaron nuevamente mi tratamiento y pronto mi pelo se caerá. Ya lo he vivido antes. Aún así, duele. Sé que desde hace 3 años y para siempre mi vida está destinada a esta montaña rusa de altos y bajos. Ésta vez, nos tocó dura la pasada, pero ya vamos saliendo con amor y sonrisas. Sigo peleando, me asusto, pero tengo a mi familia y a Dios de mi lado. Sonrío, no me rindo. Agarro impulso y avanzo.

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