El actor Pedro Pascal fue protagonista de la portada de la revista Esquire para su edición abril/mayo. Allí, habló de su exitoso presente laboral, de su hermana Lux y de su fallecida madre, Verónica Pascal.

Este mes, la revista Esquire dedicó la portada de su edición estadounidense al actor del momento: el chileno-estadounidense Pedro Pascal, protagonista de las exitosas series “The Last of Us” y “The Mandalorian” que hoy corre con ventaja de cara a los próximos premios Emmy.

“El peligrosamente encantador Pedro Pascal”, se lee en la fotografía principal de la revista, que muestra al santiaguino mirando la cámara con rostro serio y en actitud desafiante.

La sesión fotográfica estuvo a cargo deNorman Jean Roy, y en ella vemos al actor en el que bien podría ser uno de sus personajes, esta vez aparentemente refugiado en un galpón de la ciudad.

“Mientras muchos actores de su edad pueden atribuir a su vida familiar el mantenerlos castigados, Pedro Pascal no tiene hijos y ni siquiera un hogar estable en estos días”, señala el artículo firmado por Dave Holmes.

“Hay un apartamento en L.A. que se quedó vacío mientras trabaja en sets en lugares como Canadá, Europa y Pittsburgh. ‘Estuve un momento pensando: ‘¿Estás en tus cuarenta y no tienes una casa? Crece. Pero estoy renunciando a las expectativas sobre lo que es ser de mediana edad, y lo que significa ser completamente adulto (…). No quiero tomar ninguna decisión"”, añade uno de los pasajes del artículo.

En la entrevista, a su vez, el actor también tuvo palabras para su hermana Lux Pascal: “Ella es y siempre ha sido una de las personas y personalidades más poderosas que he conocido. Mi lado protector es letal, pero la necesito más de lo que ella me necesita a mí”, confesó Pedro Pascal en Esquire.

También en el ámbito familiar, Pascal se refirió al fallecimiento de su madre, Verónica Pascal, quien se quitó la vida cuando el artista tenía 24 años. Este 2023, la fecha del deceso coincidió con su exitoso paso por “Saturday Night Live”.

“Estaba muy asustado en esa semana (…). Luego hablé con ella y fue realmente reconfortante. Me di cuenta de que sería bueno hablar más con ella… ‘Te amo. Te extraño. Gracias. Tengo miedo. Me encantaría que me ayudaras a creer en mí mismo, porque sé que lo haces’”, fue parte de la plegaria.