La pareja se había conocido el año 2015 cuando el fotógrafo capturó el cumpleaños del hijo de Bullock, Louis.

Bryan Randall, quien fue la pareja de Sandra Bullock, falleció el pasado 5 de agosto del presente año. El fotógrafo de 57 años había batallado tres años contra la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).

Hace tan sólo unos días atrás, a finales de octubre, la actriz estadounidense fue captada en la calle por paparazzis por primera vez a tres meses del fallecimiento de su novio. Bullock fue fotografiada junto a su hija Laila tras andar caminando por Los Ángeles, EE.UU.

El rostro de la intérprete destaca por su seriedad, lo que preocupó a algunos de sus fans. Sin embargo, para bien de sus seguidores, nuevas fotos de la actriz se filtraron el pasado miércoles 1 de noviembre, donde Bullock aparece sonriendo en otra caminata por Los Ángeles.

Sandra Bullock reaparece por primera vez tras la muerte de su pareja, el fotógrafo Bryan Randall

Cabe recordar que la pareja hizo pública su relación el año 2016, por lo que su relación databa de años.

Sandra Bullock catalogó a Bryan Randall como “el amor de su vida“. El fotógrafo tenía una estrecha relación también con los hijos adoptivos de la actriz: Louis, de 13 años y Laila de 10. Junto a la hija mayor de Randall, formaron una familia.

Encontré el amor de mi vida. Compartimos dos hermosos hijos: tres hijos, (más) la hija de Bryan. Es lo mejor que he tenido”, reveló Bullock en el programa Red Table Talk el año 2021.

“No necesito un papel para ser una compañera devota y una madre devota. No necesito que me digan que esté siempre presente en los momentos más difíciles. No necesito que me digan que capee una tormenta con un buen hombre”, agregó en la conversación con el programa mencionado.

Sandra se mantuvo junto a Bryan hasta el final. La esclerosis lateral, según explica MedlinePlus, es una enfermedad de las neuronas en el cerebro, el tronco cerebral y la médula espinal que controlan el movimiento de los músculos voluntarios.

“En la ELA, las células nerviosas (neuronas) motoras se desgastan o mueren y ya no pueden enviar mensajes a los músculos. Con el tiempo, esto lleva a debilitamiento muscular, espasmos e incapacidad para mover los brazos, las piernas y el cuerpo. La afección empeora lentamente. Cuando los músculos en la zona torácica dejan de trabajar, se vuelve difícil o imposible respirar”, consigna el sitio médico.