Su padre, George Rivera, le repitió varias veces que no saliera del bote antes de hacerlo. Cuando la actriz estadounidense Naya Rivera (33) fue de paseo con su hijo Josey al Lago Piru de California en julio de 2020, subieron a un bote y decidieron saltar a nadar… pero sólo el pequeño regresó a la embarcación.

La estrella de Glee, que en la producción interpretó a Santana, estuvo desaparecida durante cinco días, hasta que en medio de una intensa búsqueda que incluyó policías y cercanos, la encontraron sin vida.

Informes forenses confirmaron que el motivo de su muerte había sido el ahogamiento y que falleció salvando a su pequeño. Escritos revelan que después de meterse en el agua, Josey señaló que Naya le pidió que regresara al bote. “Ella lo ayudó a subir y luego él la escuchó gritar ‘¡ayuda!’ con su brazo en el aire. Luego ella desapareció”, señala uno de los escritos publicados por People.

“¡No salgas del bote!”

Fue en una videollamada de FaceTime que el padre, de 64 años, le advirtió sobre el fuerte viento y los riesgos de saltar a nadar. Él se encontraba en su vivienda en Tennessee. Era, según pudo ver rápidamente, una mala idea que podría terminar de forma fatal.

Y así fue. Su pesadilla se volvió realidad.

“Quería ir a nadar con Josey en medio del lago”, contó a la revista People en su última edición. “Pude ver que soplaba el viento y mi estómago se encogía“, agregó.

Recordó, además, que “No dejaba de decirle: ‘¡No salgas del bote! ¡No salgas del bote! Se alejará cuando estés en el agua’“, hasta que luego de un par de minutos la llamada se cortó y comenzó el mal presentimiento.

Su muerte, reconoció, sigue doliendo después de varios meses. “No sé si alguna vez encontraré un cierre de esto. La extraño todos los días”, confesó.

Un caso judicial

En noviembre pasado, el exesposo y padre del único hijo de Naya, Ryan Dorsey, presentó una demanda contra el condado de Ventura, en California, en la que representa al pequeño y acusa homicidio culposo y una figura denominada “imposición negligente de angustia emocional”.

En concreto, el recurso fue interpuesto contra la Administración de Parques y Recreación de Ventura y al Distrito de Conservación de Aguas Unidas.

En el escrito, publicado por el medio, se sostiene que el bote utilizado no contaba con las medidas de seguridad necesarias y que, por tanto, el deceso pudo haberse evitado.

“No estaba equipada con una escalera de acceso seguro, una cuerda adecuada, un ancla, una radio ni ningún mecanismo de seguridad para evitar que los nadadores fueran separados de sus embarcaciones (…) el bote ni siquiera estaba equipado con ningún dispositivo de flotación o salvavidas, en violación directa de la ley de California”, dice el texto.

Rivera y Dorsey estuvieron casados entre 2014 y 2018, año en que decidieron divorciarse. Tras conocer su desaparición, el también actor se acercó al lago para ayudar en la búsqueda y publicó un desgarrador mensaje en su cuenta de Instagram.

“Esto es tan injusto… no hay suficientes palabras para expresar el vacío que queda en los corazones de todos. No puedo creer que esta sea la vida ahora. No sé si alguna vez lo creeré (…) Te amamos, siempre te amaremos“, escribió.