¿Dónde está enterrada Diana de Gales? ¿Quién fue su verdadero amor? ¿Le habrían gustado los matrimonios de sus hijos?
Esta y muchas preguntas más ha respondido en diversas entrevistas Roberto Devorik, el argentino que fue asesor de la Princesa Diana y que se cataloga a sí mismo como el confidente de la princesa del pueblo.
Devorik es un diseñador que conoció a Diana en el escritorio de Beatrix Miller, la exeditora de Vogue, cuando llevaba un suéter shetland, falda escocesa, medias tres cuartos y una timidez que impactaba para una alta chica que pronto sería la futura reina de Gran Bretaña, reveló el diario La Nación.
Roberto fue su asesor por 16 años, su amigo y confidente según ha mencionado en diversos medios de comunicación. Aseguró a Hola Argentina que su amistad duró tantos años porque nunca la traicionó.
También trajo a la princesa a Sudamérica, ya que en su compañía Lady Di visitó Argentina en noviembre de 1995, cuando realizó un “Tour de Caridad”, en una visita histórica para los trasandinos y en un momento complejo de su vida, ya que era luego de haber revelado a través de una entrevista con BBC lo infeliz que era con el príncipe Carlos.
Pero ¿quién es en realidad Roberto Davorik?
Un argentino con mundo
Roberto Davorik comenzó su carrera diseñando tejidos en Londres, para luego ser un empresario de la moda, estando a cargo de la imagen de personalidades tan importantes como la princesa Diana o Elizabeth Taylor.
Pero también, durante 16 años, trabajó como parte del equipo de asesores de Diana de Gales. Comenzó apoyando en el ajuar de matrimonio, pero luego fue parte del conjunto de cinco asesores que le acompañaban tanto en Inglaterra como en el exterior, mencionó a “El diario de Mariana”, un programa de televisión argentino.
Sin embargo, no sólo realizó una carrera junto a la realeza, también fue socio de Gianni Versace en sus primeros días de éxito, menciona el diario británico Telegraph, manteniendo tiendas en Inglaterra donde se pudo ver por primera vez marcas como Ferré, Missoni, Montana, Mugler o Christian Lacroix.
Roberto ha vivido la moda y la vida de celebridades como ninguno. Es hijo de la heredera de la famosa Maison Saint-Félix, donde se vistieron personajes como Eva Perón, y amigo de princesas como Ana de Inglaterra o Cristina de Kent y personalidades como Madonna, Goldie Hawn o Barbra Streisand, destaca La Nación.
Pero, sin duda alguna, le marcó -más que cualquier cosa- ser amigo de Diana, señalando que “vivir al lado de una mujer como ella, una de las grandes personalidades del siglo XX, fue la experiencia y el aprendizaje más importante de mi vida. Cuando murió, sentí que perdía a una hermana”.
“No me quiero casar”
La cercanía con Diana de Gales era tanta que se le ha catalogado como uno de sus mejores amigos y fue en el programa de televisión argentino, mencionado anteriormente, donde reveló algunos de los secretos más ocultos de la princesa.
“No me quiero casar” fueron las palabras que escuchó Roberto de la boca de una jovencita que estaba a punto de dar el paso más importante de su vida, para convertirse en la futura monarca de Reino Unido, mientras estaba en casa de la Reina Madre.
Añadió que la princesa habló con su padre y sus hermanas, revelando que Carlos aún veía y se “acostaba” con Camilla Parker Bowles -quien es la actual esposa del príncipe heredero-, pero que ya era muy tarde para volver atrás.
También comentó en el programa que Diana tuvo un sueño en el que se veía a si misma en el momento de la coronación de Carlos, junto a sus hijos varones. Y que en el momento en que posaban la corona sobre su cabeza, ésta caía sobre sus ojos cegándola. Cuando quiso quitarse la corona, despertó.
Davorik relató que ante este sueño él le sugirió que lo olvidara, sin reconocer en ese momento lo premonitorio que podría ser.
Asimismo, indicó que la bulimia que afectó por tanto tiempo a la princesa comenzó al otro día de su matrimonio con Carlos, ya que se dio cuenta de que se había casado con un hombre que la estaba ignorando.
Los otros secretos
Diana falleció en un trágico accidente en agosto de 1997, cuando el vehículo en el que iba chocó en el Puente del Alma de París, en medio una persecución de fotógrafos que buscaban una exclusiva de ella con su pareja, Dodi Al-Fayed.
Sobre el empresario egipcio, Davorik mencionó al Diario de Mariana que esa relación fue en realidad un romance de verano, porque Diana realmente estaba profundamente enamorada del doctor Hasnat Khan. La princesa conoció al doctor porque un amigo tuvo una hemorragia, asistiendo al hospital donde estaba este médico.
Además, Roberto contó que los embarazos que ella vivió fueron traumáticos, ya que en el primero -cuando dio a luz a William- ya estaba con bulimia. Añadió que Carlos le obligó a realizar una visita real, pese a que estaba con fuertes dolores. En cuanto al segundo, cuando concibió a Harry, indicó que Carlos le habría dicho a Lady Di que “habría preferido que fuera una mujer”.
Otra cosa que reveló a la revista Vanity Fair, fue que la princesa coqueteó con el rey Juan Carlos de España, en una de sus visitas a Mallorca, mencionando que lo había hecho inocentemente, aunque considerando que el rey le mencionó que se parecía a mucho a la periodista británica Selina Scott y que no le había caído muy bien la reina Sofía.
El empresario comentó a Hola Argentina que uno de los mayores temores de Diana era que le quitaran a sus hijos, mencionando que tuvo que negociar para pasar Año Nuevo con los niños.
En cuanto a su muerte, contó que Diana efectivamente tenía la premonición de que la matarían, indicando que estaban en un avión cuando le dijo “a ver si nos vuelan”, a lo que sólo respondió “Diana, por favor!”.
Asevera que la muerte de Diana no fue por la persecución de los fotógrafos y que la policía apareció 30 minutos después, lo que a sus amigos les parece muy extraño. Indica que no continuaría declarando al respecto, ya que estaba en juramento con Scotland Yard, la policía de Londres.
Pero, quizás una de las declaraciones más delicadas que entregó el diseñador, es lo que rescata El Clarín, cuando mencionó que Diana no está enterrada en la Isla de Althorp, sino que junto a su padre en Great Brington, por exigencia de la Familia Real.
Un crítico de la realeza
Respecto de los matrimonios de los hijos de la princesa, indicó a la revista Gente que el último casamiento verdaderamente real de la monarquía británica fue el del príncipe William y Kate Middleton en 2011, al que él asistió.
Sin embargo, no tuvo la misma opinión del matrimonio de Harry y Meghan Markle, mencionando que más que una boda real, se trató de “una celebración a puro cariño, que trató de introducir la cultura afroamericana en la familia más tradicional de Europa”.
Davorik, que no estuvo invitado a la unión de la actriz y el príncipe, señaló que si bien Diana quería un reinado moderno, era una aristócrata, mencionando que: “No le gustaban las tilinguerías”. Sumó a su comentario que el obispo americano estuvo fuera de lugar y que este matrimonio tampoco era para tocar “Stand by me”.
