El príncipe Harry y su esposa Meghan Markle siguen de gira por Australia, donde han conseguido conquistar al público que espera durante horas poder verlos.

La pareja se ha mostrado especialmente cercana a los niños que llegan a saludarlos, de hecho, este miércoles protagonizaron un momento que dio vuelta al mundo.

En medio de su arribo al aeropuerto de Dubbo en New South Wales, los duques de Sussex saludaron a un niño de cinco años que se robó sus corazones. El pequeño llamado Luke Vicent, recibió al príncipe con un tierno abrazo, sin embargo, quedó más que fascinado con el cabello y la barba de Harry, la que no dejaba de tocar.

Más tarde, fue el turno de Markle, a quien también saludó con un abrazo, pero segundos después regresó a los brazos del príncipe y volvió a jugar con su barba.

“Solo podemos agradecerle por tratar a Luke con tanto respeto”, señaló la directora de la escuela del niño a 7 News Australia. “La manera en que el príncipe Harry y la princesa Meghan interactuaron con él fue encantadora… Sé que desde el colegio lo estaban viendo y no hubo ni un ojo seco en la escuela”, añadió.

“La persona favorita del mundo para Luke es Santa Claus, quien tiene barba. Así que acarició la barba de Harry”, explicó también.

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Este jueves la pareja visitó Melbourne, donde fueron recibidos con gritos de alegría por miles de admiradores.

Con flores y banderas, numerosos australianos se desplazaron a saludar a la pareja real británica que espera su primer hijo para la primavera, en el tercer día de su visita al país.

El príncipe Harry y la exactriz estadounidense pasaron solo unas horas en Melbourne, donde también visitaron una playa. “Me gusta todo lo que representan. Como seres humanos hay muchas razones para admirarlos”, se extasió una joven admiradora en los micrófonos de la cadena de televisión pública ABC.

Una adolescente, que llevaba una pancarta que rezaba “Estoy aquí desde las 4 de la madrugada, te quiero desde que tenía ocho años”, lloró de alegría al abrazarse al duque de Sussex. “Me vas a causar problemas”, bromeó el príncipe.

Meghan recibió multitud de ramos de flores y regalos para el futuro bebé, anunciado el lunes por el Palacio de Kensington.

Un niño de cinco años le regaló un collar artesanal. “Lo he hecho con pasta, la he sumergido en pintura dorada y la he enfilado en una cuerda”, explicó a la web news.com.au.

Markle llevaba una chaqueta de color beige atribuida al diseñador australiano establecido en París Martin Grant, un vestido azul marino de la estrella de la moda local Dion Lee y un bolso de Gucci.

Tras su baño de multitudes, la pareja estuvo en la residencia de la gobernadora del estado de Victoria y representante de la Corona británica, Linda Dessau, antes de dirigirse a un restaurante conocido por sus especialidades cocinadas por chefs indígenas.

En el menú: canguro asado y jabalí salvaje, según la televisión Channel Nine.

Harry y Meghan regresarán hacia el final de la semana a Sídney, donde el príncipe escalará el Puente de la Bahía e izará la bandera para inaugurar los Invictus Games, una competición para excombatientes con discapacidad y heridos de guerra.

Su gira de 16 días por el Pacífico les llevará también a la Isla Fraser, la mayor isla de arena del mundo, en Queensland. Posteriormente visitarán Fiyi, Tonga y Nueva Zelanda.