Según Alacero, China aumentó su producción de acero en un 639%, de la mano de bajos precios, menor calidad y sin control ambiental, lo que supone un perjuicio para las industrias de la región, amenazando además 1,4 millones de empleos directos e indirectos.

La Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero) exigió este viernes a los gobiernos de la región la imposición de aranceles al acero exportado por China a precios que calificó de “inigualables”.

La importación de acero a precios con los que la industria local no puede competir representa “una amenaza directa a más de 1,4 millones de empleos directos e indirectos” en toda América Latina y causa un proceso de desindustrialización que ya ha comenzado, afirmó Alacero en un comunicado.

En 2023, la región registró un récord de importaciones de acero chino, lo que tuvo un gran impacto en siderúrgicas como Huachipato, que se vio obligada a suspender indefinidamente sus operaciones.

El director ejecutivo de Alacero, Alejandro Wagner, señaló el ejemplo de México, que impuso un 25% de aranceles a este producto, “con el objetivo de nivelar las condiciones de competencia en el mercado local y hacer frente al dumping chino”.

En el caso de Brasil, el pasado 1 de marzo se inició una investigación para estudiar la supuesta competencia desleal en las importaciones de chapas de acero al carbono, que según la denuncia de la Companhia Siderúrgica Nacional (CSN), tienen un precio un 44% menor del habitual.

Desde la Asociación también se denuncia la gran contaminación de la industria china que, argumentan, produce un 44% más de emisiones de CO2 que las de las empresas latinoamericanas.

Los datos proporcionados por esta organización apuntan a que, mientras que en América Latina se emiten 1,55 toneladas de CO2 por cada tonelada de acero producida, China emite 2,24 toneladas.

Según expone el comunicado, el gobierno chino apoya “con importantes subvenciones” la siderurgia “sin exigir normas de calidad o medioambientales comparables a las de sus competidores internacionales”.

En este sentido, Alacero recalcó la necesidad de que los productores latinoamericanos mantengan el cumplimiento de medidas ambientales y de calidad que no son respetadas por China.

Según datos citados por Alacero, China aumentó su producción de este producto un 639% en las últimas dos décadas hasta copar el 54% del mercado en 2023, mientras que en el mismo periodo la producción latinoamericana tan solo creció un 4%.