El proceso de reorganización financiera del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de EEUU es un marco legal bajo el cual la compañía aérea y sus filiales pueden redimensionar sus operaciones; y adecuarlas al nuevo entorno de demanda.

La aerolínea Latam anunció este jueves que pidió a un tribunal de Nueva York que le extienda hasta el 26 de noviembre el “derecho exclusivo” para presentar su plan de reorganización tras las turbulencias ocasionadas por la pandemia, al amparo del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos.

“El Grupo Latam informa que, en el marco del proceso del Capítulo 11 al cual se acogió voluntariamente en mayo de 2020, ha solicitado a la Corte de Nueva York la extensión del periodo durante el cual Latam tendrá el derecho exclusivo para presentar su plan de reorganización hasta el 26 de noviembre”, dijo la aerolínea en un comunicado.

El derecho exclusivo para la reorganización culmina este viernes, indicó la compañía, surgida de la fusión de la chilena LAN y la brasileña TAM en 2012.

El plan, aprobado por el tribunal en septiembre de 2020, contemplaba una propuesta de financiamiento por 2.450 millones de dólares para superar la crisis.

La aprobación del plan fue la primera parte de un proceso que comenzó Latam en mayo de 2020 cuando se acogió al Capítulo 11 de la Ley estadounidense de Quiebras, que permite a una empresa que no está en condiciones de pagar sus deudas iniciar una reestructuración sin la presión de los acreedores.

Esto le dio un respiro a la compañía, que junto a sus filiales en Chile, Brasil, Colombia, Ecuador, Estados Unidos y Perú se acogió a las normas del Capítulo 11.

Una vez que Latam tenga listo el plan de reorganización, éste también deberá ser aprobado por el tribunal de quiebras, explicó una fuente de la aerolínea.

Con la reorganización y al amparo del Capítulo 11, las filiales de Latam “podrán redimensionar sus operaciones y adecuarlas al nuevo entorno de demanda y reorganizar sus balances financieros”, dice el comunicado.

Con la pandemia, la empresa sufrió una drástica caída en sus ingresos y prescindió de unos 12.600 trabajadores, conservando casi 30.000. Además, cerró su filial en Argentina.

Paulatinamente, la aerolínea ha recuperado sus operaciones y en el segundo trimestre de este año tuvo ingresos por 888,7 millones de dólares, muy por encima del mismo periodo de 2020, aunque 62% menos que en el segundo trimestre de 2019.

Antes de la pandemia la aerolínea volaba a 145 destinos en 26 países y operaba unos 1.400 vuelos diarios, transportando a más de 74 millones de pasajeros anuales.