El gigante chino de las telecomunicaciones, Huawei, anunció el viernes una fuerte desaceleración de su volumen de negocios en nueve meses, debido en especial a las sanciones estadounidenses, y aseguró que lucharía por su “supervivencia”.

Huawei está considerado como el líder mundial de la red 5G, una nueva norma de tecnologías móviles que deberá revolucionar internet y cuyo despliegue debe acelerarse.

Pero el grupo está en la mira de la administración del presidente estadounidense Donald Trump, que le acusa de espiar para Pekín. El pasado militar del fundador de la compañía, Ren Zhengfei, así como su pertenencia al Partido Comunista chino, alimentaron las sospechas sobre la influencia del régimen sobre Huawei.

En los últimos meses, Washington multiplicó las presiones sobre sus aliados para que prohíban los equipos 5G de Huawei, argumentando riesgos en términos de ciberseguridad.

En este contexto, Huawei comunicó un aumento de 9,9% interanual en sus ingresos durante los tres primeros trimestres, hasta 671.300 millones de yuanes (unos 100.500 millones de dólares). Se trata de un crecimiento muy inferior comparado con el mismo periodo de 2019 (+24,4%).

El beneficio, cuya cantidad no se precisó, muestra por su parte un aumento del 8%, aunque igualmente en retroceso respecto al mismo periodo del año pasado (8,7%). Huawei, que no cotiza en bolsa, no dio cifras sobre las ventas.

“La cadena de aprovisionamiento mundial de Huawei ha sido sometida a una intensa presión. Su producción y sus actividades atravesaron crecientes dificultades”, comentó la firma de Shenzhen (sur de China), sin hacer referencia explicita a las presiones estadounidenses.

“Sobrevivir y seguir adelante”

El gigante chino acumuló los reveses en los últimos meses. El martes, Suecia le excluyó de su futura red 5G, después de que Reino Unido hiciera lo mismo este verano.

La patria de Ericsson, principal competidor de Huawei en la 5G con la finlandesa Nokia, tomó esta decisión después de una revisión de su autoridad de regulación de las telecomunicaciones, asociada al ejército y al servicio de inteligencia.

En Francia, Huawei no será totalmente prohibido, pero los operadores que ya usan la marca contarán con autorizaciones de explotación limitadas en el tiempo, lo que debería forzarlos a cambiar de proveedor.

Esta situación podría hacer “perder una parte de la ventaja” de la que goza Huawei en el ámbito de las redes, advierte el analista Philip Marshall, de la consultora Tolaga Research, especializada en las tecnologías de la información.

Huawei, en cambio, seguirá siendo un actor de peso mundial debido al importante número de patentes que posee en la 5G, estima.

El grupo figura igualmente en una lista negra estadounidense para impedirle adquirir tecnologías “made in USA” indispensables para sus teléfonos.

Una presión estadounidense “injusta”, para Richard Yu, uno de los responsables del grupo. “Huawei está actualmente en un periodo muy difícil”, reconoció.

La firma se ha visto obligada a acelerar el desarrollo de sus propias tecnologías. En un comunicado, Huawei asegura que hará “todo lo posible para encontrar soluciones, sobrevivir y seguir adelante”.

A pesar de todo, el grupo se convirtió en el segundo trimestre en el primer vendedor mundial de smartphones, según la oficina de estudios Canalys. Y en China, ocupaba una posición inigualable con el 72% del mercado.