Tras el anuncio de Iansa, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín se refirió al cierre definitivo de la planta de remolacha en Linares.

“Ojalá no hubiera ocurrido nunca”, señaló el titular de la cartera.

Agregó que si bien la decisión se tomó desde el directorio de una empresa privada, el Gobierno buscará una forma de reducir el efecto para las familias afectadas.

Luego de 7 horas de reunión del directorio de Iansa, la empresa decidió que no era rentable mantener tres plantas. Las medidas del cierre gradual, proyectado para agosto, serán acordadas con los trabajadores.

El presidente del sindicato, Ciro Tapia, afirmó que la empresa no se esforzó en evitar el cierre. “Hicimos todo lo posible. Luchamos, movimos a los gremios y a las autoridades… No hubo voluntad de la empresa”.

Por parte de la planta, son 300 trabajadores directos que pierden su fuente laboral. Sin embargo, se estima que unas 4 mil personas se verán afectadas, entre transportistas y agricultores remolacheros.

Este jueves a las 23:00 se reunirá el alcalde de Linares con la gerencia de Iansa para determinar el número total de perjudicados por el cierre de la planta maulina, que hoy es incierto.