En paralelo, hay productos que tendrán mayor ponderación en la nueva canasta 2023: arriendo, alimentos adquiridos en restaurantes, cafés y similares, automóviles nuevos, gasolina, pan, suministro de electricidad y carne de vacuno.

El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) comunicó que publicó el nuevo Manual Metodológico del Índice de Precios al Consumidor (IPC), lo que implicó revisar y actualizar tanto la metodología de elaboración del índice como la composición de su canasta.

Ello, con el fin de disponer de un indicador de precios representativo del comportamiento de consumo de los hogares de Chile en la actualidad.

Entre los productos nuevos que se integran a la canasta destacan las carnes apanadas, bebidas vegetales, aspiradoras, suplementos alimenticios y nutricionales; y muebles para jardín y exteriores, entre otros.

En contraparte, entre los productos eliminados por las tendencias del mercado se incluyen los servicios de telefonía fija, impresoras, cámara fotográfica y servicio de fotocopiado, entre otros.

En paralelo, hay productos que tendrán mayor ponderación en la nueva canasta 2023: arriendo, alimentos adquiridos en restaurantes, cafés y similares, automóviles nuevos, gasolina, pan, suministro de electricidad y carne de vacuno.

El INE sostuvo que entre las principales características de la nueva canasta del IPC, destaca la baja en el número de productos, de 303 a 283, “privilegiando la eficiencia operativa evitando una sobre especificación al nivel de producto”.

Esta era una tendencia ya observable en actualizaciones anteriores (de los 368 productos de 2009, en 2013 bajó a 321 y en 2018 a 303).

Ajustes en los productos para el cálculo del IPC en Chile

La representatividad de la canasta del IPC -explicó el INE- se logra mediante una selección de productos (bienes y servicios) que caracterizan los patrones de consumo de los hogares, información que es recopilada principalmente por medio de la Encuesta de Presupuestos Familiares.

El IPC busca la comparabilidad mensual de la evolución de precios de estos productos adquiridos por los consumidores.

Desde 2009, y bajo los lineamientos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el INE realiza este proceso cada cinco años.

En este cambio de año base, el INE adoptó “la actualización 2018 del clasificador CCIF, lo que significa un aumento en el número de divisiones, grupos, clases y subclases”, diferenciando más claramente los bienes de los servicios “y creando una nueva división para servicios financieros y de seguros”.

Otras novedades de este cambio de año base es la optimización en la recolección de precios -con la incorporación de la recolección automatizada en sitios web (Webscraping) o el uso de registros provenientes directamente de las empresas (scanner data)-, las mejoras e incorporación de nuevos ajustes a los ponderadores y el desarrollo de nuevos modelos hedónicos.