En su reunión de septiembre, el Consejo del Banco Central nuevamente acordó mantener la tasa de política monetaria en un 0,5%, además de mantener también las medidas no convencionales para apoyar la liquidez y el crédito.

Lamentan que la caída del Imacec (-15,3%) golpee a casi todos los sectores, aunque asumen que las exportaciones “muestran un grado de resiliencia mayor al previsto, al mismo tiempo que las importaciones presentan alguna estabilización en sus niveles tras las fuertes caídas de los meses previos”.

Sobre expectativas empresariales y de consumidores afirman que siguen pesimistas, además de destacar la caída del empleo, la reducción de las horas trabajadas y de los salarios en el mercado laboral.

Respecto al escenario externo, afirman que ha mejorado por la situación de algunos países que han reactivado sus actividades, “lo que es visible en los indicadores de producción industrial, de ventas minoristas, del mercado laboral y de expectativas tanto de hogares como de empresas”.

Así, destacan el valor del cobre que se ha acercado a los US$3 la libra, aunque reconocen que a nivel general “los niveles de actividad se mantienen muy por debajo de los previos a la emergencia sanitaria”.

“Respecto del crédito, en junio, la variación anual de las colocaciones comerciales siguió aumentando, al mismo tiempo que continuó disminuyendo en consumo. Las tasas de interés permanecen bajas en todos los segmentos”, añaden.

Finalmente, cierran reiterando que el Consejo del Banco Central “mantendrá un elevado impulso monetario por un período prolongado de tiempo, de modo de asegurar el cumplimiento de sus objetivos. En particular, estima que la TPM permanecerá en su mínimo técnico durante todo el horizonte de proyección y acordó continuar con el actual programa de compra de activos, lo que se materializará en una compra de hasta US$1.500 millones durante las próximas cuatro semanas”.