Argentina logró reestructurar 66.137 millones de deuda bajo legislación extranjera tras una negociación de más de cuatro meses, con lo cual queda fuera de la cesación de pagos, anunció este lunes el ministro de Economía, Martín Guzmán.

“El 99% de la deuda bajo legislación extranjera ya ha quedado reestructurada. Hubo una adhesión (al canje propuesto por el gobierno) de 93,55%, que por las cláusulas de acción colectiva eleva a 99% la reestructuración”, dijo Guzmán en referencia a las normas que hacen extensivo el canje a algunos acreedores que prefirieron no adherir al mecanismo.

“Hubo una aceptación masiva, fruto del proceso de diálogo”, agregó el ministro en un acto junto con el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner.

La elevada adhesión de los acreedores aleja para Argentina el fantasma de los litigios con fondos especulativos (holdouts), que ya en el pasado litigaron con éxito contra el país.

Guzmán señaló que el canje permite un alivio de deuda a Argentina de 37.700 millones de dólares y refirió que la tasa de interés baja de 7% anual a 3,07%. “Esto nos dará un horizonte económico suficiente para generar políticas que sean sustentables y permitan el desarrollo”, aseguró.

“Salimos del laberinto”

“Salimos del laberinto”, celebró el presidente Fernández luego del anuncio de su ministro. “No queríamos condenar a la postración a ningún argentino más”, aseveró, al congratularse por haber conseguido un acuerdo que considera sustentable.

Argentina hizo dos propuestas a los bonistas. La primera fue presentada en abril y planteaba una recuperación de unos 39 dólares de cada 100 prestados, y fue rechazada. La segunda, arduamente negociada, dará a los acreedores 54,8 dólares por cada 100.

Este canje incluye los bonos emitidos en las reestructuraciones de 2005 y 2010, que requieren una adhesión de 85%, y otros títulos colocados a partir de 2016, que necesitan 66% de aceptación.

Cinco bonos sujetos al canje cayeron en cesación de pagos durante las negociaciones, cuando Argentina incumplió la cancelación de intereses por 500 millones de dólares en mayo y otros 600 millones a principios de agosto. Con el canje, ese default queda superado.

Esta semana tiene lugar también el primer cierre al proceso de adhesión al canje de bonos bajo legislación local, por unos 41.700 millones de dólares, en las mismas condiciones que el canje de legislación extranjera.

Negociaciones con el FMI

Argentina se lanzó el jueves en otra negociación crucial de su deuda, para acordar un nuevo programa crediticio con el Fondo Monetario Internacional, en reemplazo del suscripto en 2018 por 57.000 millones de dólares, del que fueron desembolsados 44.000 millones.

Los vencimientos del préstamo del FMI comienzan en septiembre de 2021. Las reservas internacionales ascienden actualmente a 43.000 millones de dólares.

“Argentina no acudió al Fondo en mitad de la pandemia, como sí lo hicieron los países vecinos. Lo que uno interpreta es que el gobierno quiere refinanciar los vencimientos”, dijo a la AFP la economista Marina Dal Poggetto, de la consultora EcoGo.

Tercera mayor economía de América Latina e integrante del G20, Argentina había cancelado en 2006 su deuda con el FMI por 9.800 millones de dólares y evitó así durante más de una década las visitas de revisión de sus cuentas.

Recuperación

“Ahora se necesita un programa económico, que se descompriman los vencimientos de la deuda con el FMI porque tienen una concentración muy fuerte, y que haya una señal de consolidación fiscal”, consideró Dal Poggetto.

La deuda pública argentina totaliza 324.000 millones de dólares, cerca de 90% del PIB.

El presidente de centroizquierda planea presentar un paquete de 60 medidas, incluidos estímulos al consumo, incentivos a la producción energética y a las exportaciones, en busca de reactivar la economía, en recesión desde 2018 y golpeada por la pandemia del covid-19.