La petrolera portuguesa Galp va a suspender la actividad de la refinería de Sines, la mayor del país, a partir del 4 de mayo y durante previsiblemente un mes debido a los problemas para almacenar la producción, confirmó hoy a agencia EFE una fuente oficial de la empresa.

La suspensión en Sines, a unos 150 kilómetros al sur de Lisboa, se sumará a la ya aplicada al complejo industrial de Matosinhos (norte) hace diez días debido a la pandemia de Covid-19, que ha obligado a Galp a ajustar su sistema refinador.

En una primera fase decidió suspender la actividad en Matosinhos, pero la prórroga del estado de emergencia -vigente en Portugal desde el 19 de marzo y que fue renovado la semana pasada hasta al menos el 2 de mayo- agudizó las limitaciones de las refinerías.

“La evolución de la coyuntura nacional e internacional derivada de la prórroga del estado de emergencia, con la imposición de medidas extremas de contención, cuarentenas cada vez más restrictivas y la paralización de la mayoría de las actividades económicas, están creando restricciones operativas severas, causando incluso interrupciones en la cadena de abastecimiento”, explicó la misma fuente.

La capacidad de almacenamiento de las refinerías de Galp está “alcanzando rápidamente su límite”, lo que ha derivado en la necesidad de parar también la actividad en Sines, donde no está previsto aplicar ningún proceso de suspensión de contrato a los empleados mientras dure la paralización, agregó la fuente.

A pesar de la paralización de dos de sus plantas, Galp garantiza que el abastecimiento de las necesidades de mercado “está asegurado”.

La compañía ya había avanzado que en las últimas semanas registró una caída superior al 50 % en la venta de combustibles en relación al mismo periodo del año pasado.

Galp es una de las mayores compañías de Portugal y opera en once países de todo el mundo, entre ellos España y Brasil.