Una encuesta reveló que después del estallido social los chilenos modificaron ciertos hábitos de consumo, considerando los cierres de mall, la falta de supermercados y la crisis en la que se vieron sumidas las Pymes.

En esa línea, un aspecto relevante se centró en la compra de comida (alimentos perecibles y no perecibles).

El estudio realizado por Bare International mostró que si bien no existe un miedo generalizado al desabastecimiento, efectivamente las personas comenzaron a comprar más alimentos para guardar y abastecerse, como una medida de precaución.

Si bien el 47% de los consultados no cree que exista desabastecimiento y han logrado comprar todo lo que necesitan, se han preocupado de tener una mayor cantidad de alimentos no perecibles en sus alacenas.

En relación a si les ha costado o no adquirir los productos que necesita, el 73% dijo no haber notado la diferencia en este aspecto, mientras que un 12% aseguró que le ha costado encontrar lo que necesita.

Además, un 38% admitió que compró más alimentos perecibles de lo acostumbrado para abastecerse; un 40% opinó que los precios estaban más altos que hace dos meses y un 27% dijo que ello sólo se notó en algunos productos.

Métodos de pago

En análisis también mostró que el 48% de los chilenos cambió el lugar donde compra, lo que se vio mayormente reflejado entre los hombres, quienes más de la mitad hoy tiene otras elecciones (56%).

Sobre el método de pago, el 52% de los encuestados aseguró que no lo ha cambiado, mientras que un 22% señaló que ocupó más tarjetas de crédito en este periodo de crisis y el 26% utilizó más dinero en efectivo.

El aumento en las tarjetas se produjo de manera más notoria entre las mujeres y en rango de edad (mayores de 65 años). Tan sólo un 2% de quienes prefirieron mantener sus métodos de pagos han tenido problemas para realizar sus pagos.