El 3 de junio de este año, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) inició oficialmente la implementación de una restructura organizacional, la más importante de los últimos años al interior del organismo.

Esta tiene como principal objetivo contar “con una organización eficiente que responda a las demandas por información estadística del país, elaborando productos con altos estándares de calidad”, indicaron desde el organismo.

Dentro de sus principales hitos, esta reorganización lleva a que la producción estadística del INE ya no esté estructurada sobre la base de productos, sino sobre la base de procesos, “logrando con ello ganar en eficiencia y efectividad en los diversos procedimientos internos”, aseguraron.

Este nuevo diseño organizacional se complementa con el enfoque de gestión de recursos humanos basado en competencias laborales, integrado con los sistemas y tecnologías de la información.

Desde el INE agregaron que la nueva estructura organizacional que se está implementando constituye “la mejora más relevante en la manera de trabajar que ha emprendido el organismo en los últimos años y su implementación finalizará a fines de 2019”.

Por último, indicaron que “la reorganización ha generado y generará reasignaciones de funciones y cambios en la dependencia directa”.