El grupo informático Microsoft registró una pesada pérdida de 6.300 millones de dólares en el cuarto trimestre del año pasado debido a una multimillonaria carga impositiva excepcional producto de la reciente reforma fiscal en Estados Unidos.

Según cifras publicadas el miércoles, la pérdida del gigante de la tecnología responde a 13.800 millones de dólares que apartó para pagar al fisco. Sin esa carga, el grupo habría recibido un beneficio de 7.500 millones de dólares, o 96 centavos por acción, mejor de lo esperado por los analistas.

Los ingresos para ese periodo, el segundo trimestre del ejercicio fiscal de la compañía, se elevó en 12% a 28.900 millones de dólares -por encima de las expectativas de los expertos-, debido a las ganancias en servicios a empresas y almacenamiento digital de datos en la nube.

La reforma fiscal impulsada por el presidente Donald Trump y aprobada por el Congreso a finales del año pasado tiene por efecto inmediato la modificación de la contabilidad de las empresas estadounidenses.

Como otras multinacionales, Microsoft está repatriando una larga porción de sus activos en el extranjero para aprovechar las atractivas tasas impositivas ofrecidas por la reforma.

La otrora principal empresa tecnológica del mundo no ha dicho qué pretende hacer con su dinero. Su rival Apple anunció que emprenderá nuevas inversiones con sus activos repatriados.