En declaraciones al semanario Der Spiegel publicadas el viernes, un miembro de la Leopoldina -una institución de referencia en Alemania- asegura que la generalización de la cobertura de la boca y la nariz es el requisito.

“La mascarilla debe convertirse en un nuevo estándar social”, asegura el científico.

La reapertura de los comercios y, de forma gradual, de los colegios -al menos para los alumnos más grandes- depende en gran medida de que las mascarillas sanitarias estén disponibles para la ciudadanía, algo que por el momento no es posible por problemas de suministro.

“Sólo con suficiente protección sanitaria se puede lograr volver a la vida normal. (La mascarilla) debe ser la última moda”, asegura el investigador.

La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró que el informe de la Leopoldina -que se presentará oficialmente este lunes- jugará un papel importante en el debate sobre cuándo y cómo puede el país regresar a la normalidad una vez controlada la propagación de la pandemia del Sars-CoV2.

El Gobierno federal y los “Länder” tienen previsto reunirse virtualmente el próximo miércoles para decidir si es necesario proseguir con las restricciones o pueden empezar a relajarse, equilibrando los criterios sanitarios con la contención de daños en el ámbito económico.

El Ejecutivo alemán no quiso especificar el jueves los criterios que se iban a tener en cuenta a la hora de tomar esta decisión, más allá de decir que serían varios -entre ellos la evolución de las nuevas infecciones- y que se seguirían las recomendaciones de los expertos.

En tanto, el miércoles el Gobierno alemán reconoció que ha llegado a un acuerdo con una empresa estatal china para recibir 40 millones de mascarillas a la semana.

Según el “Süddeutsche Zeitung”, el acuerdo se selló tras una conversación telefónica entre la canciller y el presidente chino, Xi Jinping.