Tal como lo han señalado numerosos expertos, el distanciamiento social parece ser una de las mejores medidas para evitar la propagación del llamado coronavirus de Wuhan, pero no todos han tomado consciencia al respecto.

Para mostrar lo importante que puede llegar a ser adoptar esta acción conjunta, el diario estadounidense Washington Post creó una serie de simulaciones que muestra cómo acatar esta medida en distintos niveles o o implementarla, puede influir en la difusión del virus.

“La llamada curva exponencial preocupa a los expertos. Si el número de casos continúa duplicándose cada tres días, en mayo habría cerca de cien millones de casos en Estados Unidos”, indica el medio.

El artículo explica que esto es sólo matemática, no profecías. Según los profesionales de salud pública, explican, esta propagación puede ralentizarse si la gente pone en práctica el “distanciamiento social”, es decir, evitar los lugares públicos y en general salir de casa sólo cuando es estrictamente necesario.

Los expertos son enfáticos en que si la mayoría de la gente ignora esta medida, el covid-19 seguirá expandiéndose exponencialmente durante meses.

El simulador presentado por Washington Post se basó en una población ficticia de 200 habitantes que se transmiten una enfermedad inventada llamada “simulitis”, y que se comporta de manera muy simular al nuevo coronavirus.

“Como en la vida real, en algún momento estas personas se recuperan. En esta simulación, una persona ya recuperada no puede contagiar la simulitis a una persona sana, ni puede volver a enferma tras entrar en contacto con un enfermo”, señalan.

“Vamos a empezar colocando a cada persona en un lugar al azar, moviéndose en una dirección al azar, e introduciremos una persona enferma”, señalaron. Es así como sin tomar ninguna medida de distanciamiento, el virus se propaga rápidamente, por lo que la curva de contagio crece a mucha velocidad.

Aunque en la simulación esta curva cae relativamente rápido, mientras más habitantes tenga una población que no toma medidas, más lento será el descenso de la propagación.

Luego se muestra qué pasa cuando se habilita una cuarentena forzosa, que obliga a quedarse en casa a quienes vienen de países con mayor número de casos, que están con sospecha de la enfermedad o en contacto con casos sospechosos. En esta situación, la gráfica muestra que es casi imposible separar por completo a la gente enferma de la sana.

Leana Wen, antigua comisaria de salud de la ciudad de Baltimore, explicó a The Washington Post lo difícil que es imponer cuarentenas de este tipo. “Muchas personas trabajan en la ciudad y viven en los alrededores y viceversa. ¿Se separaría a la gente de sus familias? ¿Cómo cerraríamos todas las carreteras?, ¿Cómo mandaríamos entonces provisiones a esas zonas?”, expresa.

Asimismo, Lawrence O. Gostin, profesor de derecho de salud global en la Universidad de Georgetown University, señala que “la realidad es que ese tipo de cierres son muy poco habituales y nunca efectivos”.

Por lo mismo, señala el diario, es más efectivo que la mayoría de la gente se quede en sus casas, evite concurrir a lugares públicos y mantenga distancia de al menos un metro con otras personas. “Si se reducen los desplazamientos y las interacciones con otras personas, el virus tiene menos oportunidades de extenderse”, comentan.

El diario también mostró qué pasa cuando una cuarta parte de la población se queda en casa, y finalmente cuando sólo se mueve una octava parte y el resto se queda en casa. Los resultados son evidentes.

Washington Post
Washington Post

“Un mayor distanciamiento social hace que más personas permanezcan sanas, puede intentarse empujar a la gente a que no salga a la calle eliminando las razones para hacerlo”, señala Washington Post.

“Controlamos el deseo de estar en espacios públicos cerrando esos espacios públicos. China lo ha cerrado todo, y nosotros cerraremos cosas ahora también”, declara Drew Harris, investigador de salud de la población en la Facultad de Salud Pública de la Universidad Thomas Jefferson. “Reducir las opciones donde reunirse ayuda a que la gente se distancie socialmente”, añade.

“Si quisieras añadir más realismo algunos de los círculos deberían desaparecer”, sentenció Harris sobre la simulación, pues en esta representación todos se recuperan y sobreviven, en la vida real no.

Para entenderlo mejor, el bioquímico César Echeverría viralizó en Twitter un resumen en español de la simulación que presentó el Washington Post. El video habría sido desarrollado por la productora audiovisual Arriba es Abajo Films.