Los científicos dicen que la Luna se redujo unos 46 metros en los últimos millones de años.

Un nuevo estudio plantea que la Luna estaría reduciéndose al igual que una pasa cuando se arruga, compararon los científicos. Los datos recogieron que en los últimos millones de años, el satélite natural de la Tierra se encogió unos 46 metros.

El paper, que fue publicado en la revista Planetary Science, explica que esto puede estar ocurriendo desde que el núcleo de la Luna comenzó a enfriarse gradualmente.

Los científicos comparan al satélite con una pasa porque las uvas comienzan a arrugarse cuando se secan, reduciéndose. La diferencia es que la superficie lunar comienza a quebrarse con la reducción, mientras que la piel de las uvas se arruga.

Además, este efecto estaría produciendo terremotos. “Nuestros modelos sugieren que los terremotos lunares poco profundos capaces de producir fuertes movimientos en la región del polo sur son posibles debido a eventos de deslizamiento en fallas existentes o a la formación de nuevas fallas de empuje”, dijo el Dr. Tom Watters, investigador planetario del Instituto Smithsonian, según recoge SCI News.

De hecho, estas fallas de empuje fueron detectadas por la cámara del Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) de la NASA, que encontró miles de ellas, relativamente pequeñas, pero ampliamente distribuidas en la corteza lunar.

Los expertos recomiendan que este fenómeno debe evaluarse al momento de construir las primeras bases en la Luna, cuando los humanos regresen a su superficie en el marco del programa Artemis de la NASA, que planea la estadía prolongada de humanos para el futuro.

“La distribución global de las fallas de empuje jóvenes, su potencial para ser activas y el potencial de formar nuevas fallas de empuje a partir de la contracción global en curso deben considerarse al planificar la ubicación y la estabilidad de los puestos avanzados permanentes en la Luna”, agrega Watters.

¿Qué le está pasando a la Luna?

Estos hallazgos fueron descubiertos gracias a las “scarps”, o escarpas, que son accidentes geográficos parecidos a acantilados que se encuentran en la superficie lunar.

Según detalla el medio, estos se forman cuando los movimientos sísmicos generan contracción, rompen la corteza y la empujan. Mientras que la contracción es causada por el enfriamiento del interior aún caliente de la Luna y las fuerzas de marea ejercidas por la Tierra.

Los terremotos superficiales que evidenciaron a las scarps fueron detectados por la Red Sísmica Pasiva del Apolo, una serie de sismómetros desplegados por los astronautas que estuvieron en la Luna entre los 60’s y 70’s.

Según detalla el paper, el terremoto lunar más reciente fue en el polo sur del satélite, lo que alertó a los científicos a raíz de las próximas misiones tripuladas a la Luna, que serán en esta zona.

Los científicos hicieron simulaciones para saber como funcionaban las escarpas y también realizaron modelamientos de la superficie lunar en el polo sur, descubriendo que cerca de las fallas pueden ocurrir deslizamientos de tierra y otros movimientos.

“Los terremotos lunares poco profundos pueden devastar hipotéticos asentamientos humanos en la Luna“, advirtió Nicholas Schmerr, investigador de la Universidad de Maryland.

“Para comprender mejor el peligro sísmico que representa para las futuras actividades humanas en la Luna, necesitamos nuevos datos sísmicos, no sólo en el polo sur, sino a nivel global“, agregó la Dra. Renee Weber, investigadora del Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la NASA.

Los expertos esperan poder ampliar esta información a partir de futuras misiones lunares y estudios al respecto en profundidad.