El observatorio ALMA en Chile obtuvo las imágenes en mayor resolución desde que comenzó a operar en 2011, hace más de 10 años.

El Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), en Chile, ha logrado las observaciones de mayor resolución desde que comenzó a operar en 2011.

Durante una prueba técnica, un equipo de expertos del Observatorio Conjunto ALMA (JAO), el Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ), el Observatorio Nacional de Radioastronomía (NRAO) de EE.UU. y el Observatorio Europeo del Sur (ESO), tomaron imágenes de una estrella evolucionada con una resolución de 5 milisegundos de arco.

Las observaciones muestran que la estrella -R Leporis, a 800 años luz- está rodeada por una estructura de gas en forma de anillo y que el gas de la estrella escapa al espacio circundante.

Esto muestra que los astrónomos pueden utilizar ALMA para observar objetos en detalle, equivalente a ver un autobús de 10 metros de largo en la Luna, informa el observatorio en un comunicado.

¿Cómo funciona ALMA?

ALMA consta de 66 antenas que se pueden colocar en diferentes posiciones a lo largo de la meseta de Chajnantor, a gran altitud, en Chile. Cada uno está equipado con receptores que le permiten observar ondas de radio en diferentes rangos o bandas de frecuencia.

La resolución de ALMA aumenta tanto a medida que aumenta la separación máxima entre antenas como a medida que aumenta la frecuencia de las observaciones.

Las nuevas imágenes se obtuvieron con la configuración más extendida posible para el conjunto ALMA, con una separación máxima entre sus antenas de 16 km. Fueron fabricados utilizando receptores de Banda 10, que permiten a ALMA observar en frecuencias de hasta 950 GHz, la más alta posible para el conjunto.

Dado que las observaciones llevan las capacidades de ALMA al extremo, su realización fue increíblemente difícil. Si bien los receptores de Banda 10 han estado disponibles en ALMA desde 2014, los astrónomos tuvieron que esperar la validación de una novedosa técnica de calibración, llamada banda a banda, para poder realizar las nuevas observaciones.

Lo hicieron durante una prueba técnica en 2021 cuando observaron R Leporis utilizando un núcleo galáctico brillante como calibrador, que, aunque distante, aparece cerca de R Leporis en el cielo. Los resultados se publican ahora en el Astrophysical Journal.