La sonda Perseverance aterrizó exitosamente el jueves en la superficie de Marte, luego de superar los llamados “siete minutos de terror”, tiempo en el que debió realizar una maniobra sumamente peligrosa que precedió a su aterrizaje en el planeta rojo.

De hecho, la ubicación elegida, el cráter Jezero, es el lugar de aterrizaje más peligroso jamás intentado. En siete minutos, el vehículo pasó de una velocidad de 20.000 km/h a 0.

“Se confirma que tocó tierra”, dijo el jefe de misión Swati Mohan, tras lo cual el cuartel de operaciones del Laboratorio de Naves a Propulsión estalló en aplausos.

A partir de ahora, a la misión le queda un largo tiempo en el que realizará diversas labores para ayudar a los científicos a determinar si alguna vez hubo vida en el planeta rojo.

Sobre la base de otras misiones, incluido el rover llamado Opportunity y un orbitador aún activo llamado MAVEN, el rover Perseverance “seguirá al agua”, como indica la NASA. Específicamente, investigará el agua debajo de la superficie de Marte (“agua subterránea”).

El nuevo rover buscará signos de vida antigua y recolectará muestras de roca y suelo para un posible regreso a la Tierra. También intentará demostrar la tecnología que la NASA quiere para la futura exploración humana y robótica de Marte.

Para la misión Marte 2020, lo investigadores trazaron cuatro objetivos principales: determinar si alguna vez surgió vida en Marte, caracterizar el clima (como lo hará la Emirates Mars Mission), caracterizar la geología y preparar la exploración humana del planeta.

Ingenuity

En tanto, la sonda transporta además a Ingenuity, un pequeño helicóptero que se asemeja a un dron. La NASA espera hacer volar, por primera vez, un vehículo en otro planeta.

El principal desafío para los ingenieros era hacerlo lo más ligero posible, de modo que pueda elevarse en un aire extremadamente liviano. Pesa solo 1,8 kg.

Está compuesto por cuatro pies, un cuerpo y dos hélices superpuestas. Mide 1,2 metros de un extremo a otro de una hélice.

Las hélices girarán a una velocidad de 2.400 rpm (revoluciones por minuto), aproximadamente cinco veces más rápido que un helicóptero estándar.

NASA

Ingenuity está equipado con paneles solares para recargar sus baterías. Gran parte de su energía servirá para mantenerse caliente (hace -90 °C por la noche en Marte). También puede tomar fotos y videos.

Está previsto que Ingenuity realice hasta cinco vuelos de dificultad gradual durante un período de un mes inmediatamente desde la llegada de Perseverance.

Ingenuity puede elevarse hasta cinco metros de altura y desplazarse hasta 300 metros, pero irá mucho menos lejos en la primera prueba. Cada vuelo puede durar un máximo de un minuto y medio, “lo que no es poca cosa en comparación con los 12 segundos” del primer vuelo motorizado en la Tierra, argumenta la NASA.

Debido a la demora de transmisión de unos veinte minutos entre la Tierra y Marte, no hay mando a distancia para controlarlo. Volará en autonomía: irá programado con algunos comandos, pero luego tendrá que valerse por sí mismo gracias a una serie de sensores que lo ayudarán a desplazarse.

Los instrumentos

Perseverance está basado en siete instrumentos principales, incluido un sistema de cámara avanzado con panorámica y estereoscópica, y el Experimento ISRU de Oxígeno de Marte (MOXIE), que intentará producir oxígeno a partir del dióxido de carbono atmosférico marciano.

Un espectrómetro llamado SHERLOC será el primero de su tipo en proporcionar imágenes en alta definición, utilizando un láser ultravioleta (UV) para determinar la mineralogía y detectar compuestos orgánicos en Marte.

Imagen del rover Perseverance tomada antes de su lanzamiento | Agence France-Presse

Entre todas las especificaciones técnicas del nuevo rover hay otra novedad para la exploración robótica de Marte: sus dos micrófonos. Según la NASA, esto debería hacer posible que Perseverance “toque, pruebe y finalmente escuche los sonidos de Marte”.

Asimismo utilizará un proceso llamado “almacenamiento de muestras” para perforar y almacenar muestras de roca y suelo. Estas muestras se almacenarán en tubos en la superficie marciana. Si tiene éxito, será la primera misión en hacer eso y “allanar el camino para futuras misiones”, tal vez incluyendo la misión MMX de Japón (lanzamiento actual planificado para 2024), cuyo objetivo es traer muestras de la luna marciana a la tierra.