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Donald Trump anunció que Estados Unidos atacó instalaciones nucleares en Irán. Los sitios eran difíciles de alcanzar, pero el bombardero B-2 Spirit estadounidense logró lanzar una bomba teledirigida para destruir los búnkeres. Este avión es furtivo, difícil de detectar por radares enemigos, y puede llevar armas convencionales y nucleares. Con 21 metros de largo y 52 de envergadura, alcanza 972 km/h y opera a 15.200 metros, con una autonomía de 11.100 km.
Este sábado, el presidente Donald Trump, anunció mediante redes sociales que Estados Unidos había atacado las instalaciones nucleares iraníes de Fordow, Natanz e Isfahán.
Los blancos habían sido particularmente esquivos para las fuerzas israelíes en sus 9 días de ofensiva contra los persas, dado que se encontraban fortificados en sectores montañosos y bajo tierra, requiriendo armamento especial para ser penetrados.
Esto es precisamente lo que provee el bombardero estadounidense B-2 Spirit, una aeronave furtiva indetectable al radar convencional y capaz de lanzar la bomba teledirigida GBU-57, para destrucción de búnkeres.
Pero, ¿qué es lo que hace tan mortífero a este bombardero?
Un bombardero sigiloso capaz de evadir las defensas antiaéreas
El B-2 Spirit es un bombardero estratégico multiusos diseñado por Northrop Corporation para el ejército de EE. UU. Su tecnología de sigilo lo hace prácticamente invisible a los radares enemigos, permitiéndole eludir las defensas aéreas con facilidad.
Con su diseño característico, este avión tiene la capacidad de penetrar espacios protegidos y desplegar una amplia gama de armas, tanto convencionales como nucleares.
Tras su primer vuelo el 17 de julio de 1989, el B-2 se consolidó como el principal bombardero de largo alcance de EE. UU., marcando un avance significativo en términos de tecnología y en la superioridad aérea de la nación. Según Northrop Grumman, “el B-2 sigue siendo una de las aeronaves más efectivas de hoy”.
A lo largo de su servicio, el B-2 ha participado en diversas operaciones militares internacionales, como la Operación Fuerza Aliada en Serbia, la Operación Libertad Duradera en Afganistán, y la Operación Libertad Iraquí en Irak, así como en misiones en Libia durante la Operación Amanecer de la Odisea.
Este bombardero tiene una longitud de 21 metros, una altura de 5 metros y una envergadura de 52 metros, equivalente a la mitad de un campo de fútbol. Su velocidad máxima alcanza los 972 km/h, mientras que puede operar a altitudes de hasta 15.200 metros, fuera del alcance de varios misiles antiaéreos.
Además, el B-2 tiene una impresionante autonomía de 11.100 kilómetros sin necesidad de reabastecimiento, lo que le permite realizar misiones a gran altitud y proporciona una gran flexibilidad operativa.
“El B-2 es capaz de llegar a cualquier parte del mundo en pocas horas”, afirma Northrop Grumman en su página oficial.
Gracias a sus características, el B-2 ha sido uno de los aviones más populares en la industria cinematográfica, apareciendo en grandes películas como Independence Day, Armageddon, Iron Man 2, Cloverfield, Airplanes y Rampage, entre otras.
Recientemente, EE. UU. desplegó varias unidades del B-2 en Camp Thunder Bay, una base ubicada en la isla Diego García, en el Océano Índico. Según imágenes satelitales analizadas por The Associated Press, al menos seis unidades con capacidad nuclear fueron enviadas a esta región estratégica. Esta base, situada al sur de India, se encuentra a una distancia de ataque directa a Irán, lo que subraya su importancia en el marco de las operaciones militares de EE. UU. contra los rebeldes hutíes en Yemen.
