La prestidigitación con las cartas no es el único recurso de este dinámico juego escénico-digital: también hace su aporte la manipulación de los sentidos del espectador, testigo de curiosas situaciones, además de viajar por algunos lugares… Sin salir del encierro en un motel.

Como lo adelanta el título, el espectador se alejará o acercará a una multitud de objetos, ideas, sugerencias y rincones de una habitación, cuyas mini historias generan un ambiente de entretenido ilusionismo.

“Zoo Motel”, de Thaddeus Phillips, autor e intérprete estadounidense de esta performance, que dirige Tamara Mallarino, recrea la experiencia de estar varado en Bogotá, por la pandemia, a través de lo teatral y cinematográfico.

Un confinamiento que lo inspira para pensar tan libremente que, incluso, puede dirigirse a un lugar imaginado en Islandia, luego de asimilar un cambio vital que hubo en su pieza y que le ha provocado una mayor sensación de estar encerrado.

“Zoo Motel” | Santiago a Mil

Thaddeus Phillips llega a Chile destacado como un director de teatro, diseñador e intérprete de montajes de estilo visual-cinematográfico como “A Billion Nights on Earth”, “Antropoceno” y “Midnight Traino Marrakesh and Ankomsten”.

Amplios territorios

El autor propone abarcar desde su habitación del motel amplios territorios en los que, representados en él, estarían implicados todos los habitantes del planeta, confinados durante una noche.

Por eso, toda la habitación que ocupa se poblará de objetos que transmiten de manera automática una especie de relato que el actor verbaliza con una buena dosis de humor y sorpresas.

Cabinas telefónicas en pleno desierto, un gran crucero con su tragedia a cuestas e imágenes más o menos cercanas a lo cotidiano van sugiriendo una travesía mental y/o un sueño que se extiende sin saber cual sería su fin.

Desde que una simpática recepcionista recibe a Thaddeus Phillips e intenta involucrar a los espectadores con su voz melosa, el motel ya está perfilándose como una entidad llena de sugerencias e, incluso, misteriosa.

En tanto, la mochila del pasajero, su sombrero, gafas y expresiones aluden a un sujeto corriente que hace un alto en el camino antes de seguir su viaje: lee la cartilla sobre cómo funciona el establecimiento, revisa sus cosas, ropa, una carpeta y, al parecer, se propone descansar.

En terreno

Entonces, comienzan a asomar por distintos puntos de la habitación ciertos elementos icónicos -la ventanilla de un avión, un gato dorado que sólo mueve su brazo, el Titanic y la posibilidad de evitar un desastre, entre muchos otros-, imágenes que trasportan a intérprete y espectador a planear por la aldea global.

Un entorno que, desde varios pequeños escenarios, aportan la posibilidad de percibir situaciones cotidianas, como hacer trucos con el naipe, lavarse los dientes, ducharse, narrar la historia del abuelo.

También otros relacionados con comunicación e incomunicación, que se acentúan luego de desaparecer una puerta clave, no existir wifi, además de tener retenido el pasaporte o que sea tan difícil encontrar y conversar con otros pasajeros.

“Zoo Motel” | Santiago a Mil

El humor lo aporta el autor e intérprete: su rostro expresivo, pera y bigote, las grandes gafas y sus actitudes tanto distendidas como tensionadas estimulan la ironía en el juego y la manipulación de las emociones.

Los mini relatos que acuden a la pantalla de manera pausada, lejos del vértigo, son los ejes de este recorrido, junto con la presencia de la “luz fantasma” con su rol mítico y práctico, al mismo tiempo.

Este mismo sentido tiene también la alusión al disco de oro que se envió al espacio para entregarle a quien lo encuentre, un testimonio de la existencia de la Tierra y cómo ha sido la odisea espacial en que se empeña la humanidad.

La banda sonora que incluye la canción “Viva Las Vegas” (Elvis Presley) y un fragmento de “Bolero” (Ravel), entre otras muchas musicalidades, con su arista inmaterial, ayudan a subrayar la sensación de levedad de un sueño.

Todo este universo se maneja, a través del soporte digital, utilizado en toda su magnitud, muy creativo, variado, consistente y artístico, captado por cámaras que van enfatizando, indistintamente, los momentos más teatrales o cinematográficos.

Como una noche en la vida se podría parafrasear esta propuesta híbrida de arte escénico, cuya narrativa da espacio a lo subjetivo, al ilusionismo y a valorar experiencias cuyo origen y causas muchas veces se desconocen.

ZOO MOTEL (EEUU)
Santiago a Mil 2021

Autor e intérprete: Thaddeus Phillips.
Dirección: Tatiana Mallarino.
Diseño: Steven Dufala, NewtonBuchannan (Night Clerk).
Asesor de magia: Steve Cuiffo.
ZOOM: Lunes 18, martes 19 y miércoles 20 de enero, 22.00 horas.
Entrada general $ 6.357.
Más info, aquí.