Dos recursos que se utilizan con énfasis en este unipersonal, marcan igual número de ideas: junto con intentar recuperar el sentido solidario de la fiesta navideña, originada en Europa, utiliza las décimas y la musicalidad de nuestra cultura profunda para narrar una historia que, de manera expresa, se instala en el Chile concreto de hoy.

Por Leopoldo Pulgar Ibarra

La protagoniza un padre (el actor Jorge Arecheta) que decide saltar simbólicamente los torniquetes que imponen la pandemia y el obligado distanciamiento físico, para comunicarse virtualmente con su hija y transmitirle su deseo de verla, además de invitarla a revalorar la Navidad sin las distorsiones comerciales.

De este modo, en el relato escrito por Gabriela Aguilera (“Casandra, la Sandra”), se cruzan el virus, el confinamiento y sus efectos en las personas, mientras la directora Mariana Muñoz (“Amores de cantina”) le imprime a la obra la sencillez de un diálogo a la distancia y el estremecimiento que provoca una relación filial incompleta.

Mundo real e imaginario

Aunque es un recurso que también se ha utilizado, otro factor atractivo de este montaje familiar es la incitación al juego que sugiere “Carta de Navidad”, a partir de una escenografía de la diseñadora integral Tamara Figueroa que reproduce a escala la sala desde donde se presenta virtualmente la obra.

Tiene mucha importancia, porque además de lo lúdico, destaca la habilidad en la creación manual y la materialidad de la escena, la forma expresiva primordial de niños y niñas al momento de jugar, entretenerse y crear mundos imaginarios.

Además, la sensación íntima que produce manipular este teatrito, construido a mano, le aporta al intérprete un vehículo para traspasar sus emociones con el corazón y las manos llenas, complementado con los objetos cotidianos y de trabajo que se utilizan para sugerir animales, como el burro hecho con un martillo y dos alicates.

Si bien el actor Jorge Arecheta se encarga del texto en décimas, además de cantar y tocar un instrumento, la presencia del compositor musical Mario Avillo es fundamental para dotar a la obra de las resonancias que necesita su diálogo interno.

A su vez, a la estructura del texto en décimas, tradicionalmente campesino, que eligió la dramaturga Gabriela Aguilera para referirse a las aristas clásicas de la festividad navideña -la espera, los regalos, la ansiedad, el Viejo Pascuero, las distorsiones- se suman contenidos y valores alusivos a lo actual.

“Carta de Navidad”, Teatro UC (c)

En conjunto, con la música y el relato, generan una sonoridad urbano-rural contemporánea muy útil, porque actualiza el debate de ideas en momentos en que niñas y niños están presentes.

Jorge Arecheta entrega una narración cuidada y firme, sin perder de vista que en la obra el personaje que interpreta se dirige a su hija, por lo que la ternura atempera la formalidad de su voz.

Por todo esto, la propuesta tiene el carácter de un rito solemne en función de la Pascua como promesa, es decir, el paso de una etapa a otra, la sugerencia de un cambio transformador personal y colectivo.

Cartas de Navidad

Dirección: Mariana Muñoz
Dramaturgia: Gabriela Aguilera
Elenco: Jorge Arecheta
Escenografía: Tamara Figueroa
Música: Mario Avillo

Teatro UC Virtual.
Sábado, 16.00 horas.
Entrada general, $ 5.000.
Hasta el 26 de diciembre.
https://ticketplus.cl/events/carta-de-navidad-santiago-chile