“Drowned in the Sun” se titula la “nueva” canción de Nirvana, creada con Inteligencia Artificial en el marco del proyecto “Lost Tapes of the 27 Club”, que pretende invocar en vida, aunque sea digitalmente, algo del repertorio de ese fatídico grupo de músicos (Jimi Hendrix, Jim Morrison y Amy Winehouse, entre otros).

El hito es posible gracias a “Magenta”, un programa de I.A. que puede analizar hasta 30 canciones por cada artista y determinar los patrones de sus composiciones: las melodías vocales, los acordes, los solos de guitarra, las bases, e incluso las letras; todo esto a través de un estudio mediante archivos MIDI.

Tras el análisis, la computadora compone nuevo material que luego es diseccionado por un equipo humano. Y así, el programa va dando forma a composiciones que pretenden continuar (o “adivinar”) cómo se escucharían las nuevas piezas de dichos artistas.

Las voces de “Drowned in the Sun” fueron grabadas por Eric Hogan, vocalista de Nervemind, banda tributo de Nirvana, pero todo lo demás es producto del trabajo de las computadoras.

Ayer, con motivo de un nuevo aniversario de la muerte de Cobain, el proyecto impulsado por Over the Bridge, institución que ayuda a miembros de la industria musical que sufren trastornos mentales, dio a conocer su primer avance.

La idea de los gestores, en sus propias palabras, fue homenajear al vocalista oriundo de Aberdeen muerto a causa de un suicido a exactos 27 años (la misma edad que tenía al momento de su fallecimiento), y con ello concientizar sobre los problemas que trae consigo la depresión.

Aunque loable desde su gesta, la letra escrita por las computadoras no es más que una suma de clichés alrededor de Cobain, ajenos a su poética: “Tengo mis manos ahora / en cada herida / He estado aquí antes / pero no contigo / Todavía tengo algo de dolor pero / Ya se terminó”, se escucha al inicio.

“El sol se refleja en ti, aunque no se cómo / No me importa, me siento como uno solo / Ahogado en el sol”, agrega otra estrofa.

Sean O’Connor, directivo de Over the Bridge, explicó a la revista Rolling Stone parte del proceso: “Tomamos de 20 a 30 canciones de cada uno de nuestros artistas como archivos MIDI y las dividimos en el estribillo, el solo, la melodía vocal o la guitarra rítmica y las pasamos de una en una”.

“Si pones canciones completas, (el programa) comienza a confundirse mucho sobre cómo se supone que debe sonar. Pero si solo tienes un montón de riffs, sacará alrededor de cinco minutos de nuevos riffs escritos por I.A., el 90% de los cuales son realmente malos e imposibles de escuchar. Así que empiezas a escuchar y solo encuentras pequeños momentos que son interesantes”, agregó.

Para las letras, hicieron algo similar: ingresaron los textos para que el programa adivinara el “tono” de los versos. “Fue un montón de pruebas y error”, aseguró.

Con las partes listas, entraron al estudio de grabación. “Gran parte de la instrumentación era MIDI con diferentes efectos agregados”, apuntó. En total, el proyecto demoró un año en recopilar las canciones de todos los artistas involucrados, y seis meses para grabar las “nuevas” canciones.

Escucha “Drowned in the Sun”, aquí: