Lila Downs sacude sonriente su colorido rebozo de Michoacán y el viento lo ondula sobre su larga cabellera negra frente al edificio Empire State.

En Nueva York para el lanzamiento de Al Chile, su último disco donde conviven folk, cumbia, vientos y ritmos electrónicos, la artista mexicano-estadounidense de 50 años asegura que cantar a los inmigrantes en la era Trump es una “responsabilidad”.

Si bien el disco no hace referencia al país a pesar del nombre, en el playlist destaca la participación de un chileno: Gepe, con quien comparte créditos en Sé Feliz. Norah Jones también fue una de las colaboradoras del álbum, donde participa con Dear Someone.

El disco entero es descrito como “un homenaje al chile (‘ají’ en México)”. “Cada vez que me lo preguntan y contesto, de inmediato hay risas y la pregunta, ¿es en serio? Sí, es un homenaje a ese fruto de la tierra que nos causa tanto antojo y sufrimiento, pero que finalmente nos encanta”, comentó la autora.

Tras cantar en la frontera entre México y Estados Unidos con otros artistas como Joan Baez para recaudar fondos para los refugiados migrantes, Downs decidió incluir en su nuevo disco, lanzado el viernes, un cover de Clandestino, de Manu Chao.

“¿Si no peleamos por los niños, ¿qué será de nosotros?”, suelta en medio de la canción la ganadora de un Grammy al mejor álbum de música regional mexicana (2012) y cinco Grammy Latinos, en referencia a los niños inmigrantes separados de sus padres al llegar a Estados Unidos por no tener papeles.

Mitad y mitad

“La inmigración hay que mirarla siempre desde un punto humano”, sobre todo ahora, durante el gobierno de Donald Trump, dice Downs en una entrevista con la AFP en el edificio de Sony frente a Madison Square Park, en Manhattan.

“Debemos tributar a esta gente, hacerles canciones”, afirma a pocos días de comenzar una nueva gira que la llevará a San José, Los Angeles y San Francisco (California), a Seattle y luego a España, Perú y Colombia.

Downs vive ahora en Oaxaca pero creció entre México y Estados Unidos, hija de una indígena mixteca de Oaxaca y un estadounidense cineasta y biólogo, profesor de la Universidad de Minnesota.

“Es una responsabilidad como mexicana-estadounidense hablar de estos temas, pues toda mi carrera ha sido así, en parte porque soy mitad y mitad y he querido unir a los dos mundos”, explica. Por eso el discurso anti-inmigración de Trump es “lo contrario de lo que yo he tratado de hacer toda mi vida”.