Concepción. Teatro regional del Bío Bío. Ciclo Fome XL. 9 de mayo. 19:00 horas. El cantautor Manuel García está sentado en uno de los sillones ubicados en su camarín. En dos horas más debería comenzar su concierto, uno de los tantos que ha dado para los penquistas: 1.200 personas esperan por escuchar sus canciones en las butacas del recinto.

El ariqueño, también profesor de Historia y Geografía, tiene una vida ajetreada. Antes de conversar con BioBioChile, dio entrevistas a otros medios locales. “Es parte del trabajo”, habrá pensado internamente. Salió en vivo para la televisión, grabó diferectos y, luego, se fue a su camarín. En ese lugar lo esperábamos.

Y sí, es parte de su labor. Admite que lleva una “vida gitana”, que siempre “corre por alcanzar los tiempos”, que escribe su música de noche, que se siente “más pequeño” a medida que su carrera crece, que aparte de los conciertos debe compartir también con su esposa y sus tres hijos, y que se esfuerza por aterrizar en su hogar.

En su particular estilo reflexivo, habló de todo. De la actriz Daniela Vega, de su “evolución” musical, de los movimientos sociales, de la política y, hasta, de sus queridos haters.

“Los estudiantes no lo dejarán dormir”

Manuel García se caracteriza por tener un estilo musical vinculado a los conflictos sociales. Tanto así, que en pleno Festival de Viña del Mar de 2012, donde se presentó como jurado, leyó una carta dirigida al presidente de la época, Sebastián Piñera.

Sobre la Quinta Vergara, en vivo y en directo, sacó el escrito y comenzó a leer. “Quisiera decirle con respeto que la gente lo está pasando mal en Cabildo, en Dichato, en Aysén y los niños lo están pasando mal en Temuco. Y que los estudiantes no lo dejarán dormir si usted no los deja soñar”, dijo. El movimiento universitario había tomado fuerza en aquellos años.

En el evento, minutos antes, había comenzado a cantar Alfil, una de las canciones predilectas del artista. Es, probablemente, una de las “reclamonas” dentro de su repertorio. Y es que para el intérprete las realidades sociales están completamente conectadas con su arte.

Uno de los orígenes de la canción es la necesidad del ser humano de manifestar sus alegrías, sus penas, sus anhelos y sus sueños”, explica el intérprete.

Con esto, detalla que “cuando una obra se concibe como una pieza de arte, forma y contenido se mezclan en una sola cosa, que tiene que ver con poder expresar el sentir popular”.

En el proceso de creación, de acuerdo a las especificaciones del cantautor, influye lo que pasa en “la calle, en el mundo común y corriente”. Esto “hace que ciertas preocupaciones, cuando uno está haciendo una canción, se cuelen y se impregnen en las letras”, asegura.

A pesar de interpretar el clamor social en sus melodías, afirma no sentirse un dirigente. “No soy representante de nada, pero sí me siento parte de los movimientos sociales“, dice.

Manuel… ¿candidato?

Universidades, marchas, eventos culturales, conciertos, teatros, plazas y pubs. Esos son algunos de los escenarios a los que se ha enfrentado García a lo largo de sus más de 13 años como solista.

Y no lo niega. Con su popularidad, en más de alguna ocasión lo han contactado desde partidos políticos para ofrecerle ser candidato a algún escaño en el Congreso Nacional. “Me ha llamado alguna gente para consultarme si yo me postularía a algún cargo, si quisiera entrar a la escena política (…) y es algo que me interesa bastante”, admite.

No obstante, aclara que “me quedo más cómodo con el lenguaje que me otorga la música, que es donde, creo, puedo desenvolver mejor mis ideas y mis pensamientos. Hay que ser muy responsable y tener muchas herramientas para ser un buen político. Hay que dejar esa tarea para quien tenga las capacidades”.

Aún así, es un tema que no está del todo claro en la cabeza del músico. “Tal vez, más viejo, pasa por mi mente participar desde el mundo político”, señala.

María

En abril de 2015, Manuel lanzó el videoclip de su single María, protagonizado por Daniela Vega. Todo esto casi dos años antes que Una mujer fantástica se adjudicara el Óscar por Mejor Película Extranjera.

“Estoy feliz por ella”, dice. Cuenta que cuando supo estaba reunido con algunos cercanos viendo la ceremonia y, en el momento en que se dio a conocer la noticia, “voló una copa de vino por la euforia”.

“La adoro. Amo a Daniela Vega. Mucho más allá de ser una actriz talentosa, es un modelo a seguir como ser humano. Ni siquiera por las causas que levante, sino que como intelectual”, manifiesta.

El cantautor asegura que mantienen una relación de amistad y que espera “que Chile se sienta orgulloso de ella. Entiendo las diferencias que existen respecto al tema, pero no las justifico (…) tiene mucho que entregarle al mundo. Es una persona que le ha dado una nueva luz al Chile del siglo XXI“.

El “retroceso” musical

Los discos Pánico, Témpera y S/T, lanzados entre 2005 y 2010, marcan la época de un García que se subía al escenario solo con su guitarra. Un trovador, finalmente.

Pero desde 2012 hasta la fecha, el cantautor ha cambiado su estilo. Entre su repertorio están los álbums Acuario, Retrato iluminado y Harmony Lane, que lo convirtieron a un sonido más moderno, popero y un tanto electrónico.

El cantautor explica que ha tenido un “retroceso” musical que no está relacionado con la pérdida de calidad, sino que con la búsqueda de temáticas en sus letras.

“Ha medida que me he ido encontrando con la música chilena, he tenido que ir cada vez más atrás en la historia para encontrar los temas”, argumenta. “Por ejemplo, la Violeta Parra nos mostró que los viejos del campo eran sabios, pero… ¿yo voy a hacer música del campo, si no me crié ahí? No, la voy a hacer desde la urbe, con los recuerdos que la gente tiene de lo rural”, continúa.

Además, justifica su “alejamiento” de la guitarra diciendo que “todos los días trabajo con ella y para ella. Pero hay veces en que la guitarra no quiere cantar (…) y la canción te pide que la hagas en otro estilo“.

“La guitarra es mi instrumento, cuando le ofrezco algo, es porque creo que es lo mejor logrado que tengo”, sentencia.

Haters

Que García es fome, que sus canciones son lentas, que no gusta, que hace dormir, que zzZZ. Esos son algunos de los comentarios que se leen del cantante en redes sociales, a pesar de que en sus redes sociales acumula más de 400 mil seguidores.

Respecto de ellos, asegura que “tienen derecho a decir lo que quieran pero, por lo general, no los leo”.

Enfatiza en que “cuando me encuentro con cosas escritas con tanta odiosidad, les pido por favor que pongan los puntos y las comas y que hablen con otro lenguaje”. Y es que cree que “para decir lo mismo, no tienen para qué ser soez ni violento, porque yo en ninguna canción he insultado a alguien”.

Además, reconoce que siempre pide que “opinen bien”. “Algunos quedan como personas ignorantes, sobre todo aquellos que escriben una tracalada de insultos con faltas ortográficas”.

Su espíritu pedagogo manda a los haters a releer lo que escriben. “Tengo esa cosa de profesor”, admite.

Eso sí, hay algo que le preocupa: la odiosidad que se está levantando cada vez con más fuerza en redes sociales. “Si mi música les sirve para desahogarse, para pasar el momento de una rabia de manera anónima, yo no tengo ningún problema con eso. Estoy aquí a su servicio”, finaliza.