Por estos días, una llamativa fotografía de un mural capitalino se viraliza entre sitios webs literarios y páginas de memes de contenido hispanohablante.

Se trata de un lienzo que une a dos de las figuras más influyentes de la literatura chilena de los últimos 50 años: Pedro Lemebel y Roberto Bolaño, ambos difuntos, quienes comparten un muro de Lo Espejo en medio de casas de adobe y negocios de barrio en la población José María Caro.

“La idea surge porque esta esquina está bien abandonada, había harta basura. Yo ya había hecho otras cosas, en otros lugares. Por eso surgió, en parte”, adelanta a BioBioChile el autor de la obra, Afropunk (Pedro Moraga), gestor cultural de la zona.

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Los trabajos comenzaron a inicios de abril con el beneplácito de los vecinos de la manzana. “Fue una idea más bien personal, pero que contó con la aprobación de ellos: los elegí porque he leído sus libros y me llama la atención la vida personal de ambos”, reconoce el artista de 35 años, profesor de Historia y oriundo de Lo Espejo.

El mural, ubicado exactamente en Pasaje 21 Sur con esquina Avenida Central, fue inaugurado en medio del anonimato. Su popularidad virtual, sin embargo, data de apenas un par de semanas para sorpresa de su propio ideólogo.

“La gente, independiente de lo que estás pintando, siempre se siente partícipe de lo que están haciendo en su barrio. Los vecinos me preguntaban quiénes eran, y yo les contaba. Otros me decían que sí los conocían, y hablábamos de ellos. Fue algo de bajo perfil, no tenía intención que se hiciera conocido”, cuenta, aún sorprendido.

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En un rápido catastro por el lugar, Afropunk reafirma que entre Lemebel y Bolaño el primero es mucho más “popular” entre sus vecinos. “A Bolaño no lo conocían mucho, pero a Lemebel sí. Pero igual les gustó el resultado: el lugar estaba abandonado, y esto le aportaba un contenido”.

Para el muralista (quien se reconoce un “aprendiz” del oficio), también se trata de un asunto familiar: “Lemebel llega a mi vida por mi mamá, que es fanática suya: de chico la vi leyéndolo y por lo mismo tuve mucha curiosidad de saber más de él. Fui investigando cada vez más de sus performances y su trabajo. De Bolaño leí ‘Los detectives salvajes’ en un momento en que me sirvió caleta, y me ayudó mucho. Es importante para mí”, confiesa.

Además de su selección para efectos del mural, la relación contractual entre estos dos autores va mucho más allá del cruce pictórico.

A fines de los noventa, el autor de “Estrella Distante” y “2666”, entre varios otros, fue uno de los grandes respaldos intelectuales que tuvo el performer para validar su obra literaria no sólo en Chile, sino en el extranjero.

De culto es la entrevista que el escritor de “Tengo miedo torero” y “Loco afán” le hizo a Bolaño en una de sus últimas visitas al país; todo esto en el marco de su programa en Radio Tierra (espacio angular del célebre “De perlas y cicatrices”).

El diálogo (que incluye una fuerte discusión entre Bolaño y la académica local Raquel Olea), hoy disponible en YouTube, es prueba de la admiración mutua y pública que se transmitieron en entrevistas y textos.

“La relación que veo yo entre ambos es que son bien rupturistas, no solo en su pluma, sino en su forma de ser… Con el estallido social, resurgieron sus figuras por lo mismo”, reflexiona Afropunk, testigo de las manifestaciones de octubre de 2019.

Sobre eventuales represalias al lienzo, ya sea intencionales, vandálicas o higiénicas, el pintor es enfático: “Este ha sido un lugar que se ha ganado, que se ha instalado. Si llega alguien a hacerle algo, vamos a tener que disputarlo, protegerlo, porque es importante para la gente del sector”.

Para su autor, se trata también de un mural que adquiere tintes reivindicatorios en materia cultural, sobre todo por el contexto del sector.

“Es importante por la literatura, y para que la gente en la población sepa que nosotros también podemos leer aquí en la Caro; que no solamente hay drogas y violencia sino también literatura. Y porque ellos, Bolaño y Lemebel, son importantes en la cultura chilena y en los sectores populares. En la elite universitaria, ya están instalados, pero eso en estos sectores no ha pasado todavía; está pasando”, asegura.