La literatura está de luto: ayer lunes 14 de octubre falleció a los 89 años Harold Bloom, considerado el crítico literario más influyente de la literatura occidental.

De acuerdo al diario The New York Times, el hecho ocurrió en un recinto médico de New Haven (Connecticut, Estados Unidos), perteneciente a la Universidad de Yale, donde el académico estaba a cargo de la Cátedra Sterling de Humanidades.

Su compromiso con la educación se extendió hasta la semana pasada. El jueves, de hecho, ofreció la que será recordada como su última cátedra, tal como confirmó su esposa al matutino estadounidense.

Bloom fue considerado el crítico literario más influyente de su época, en parte, gracias a su tesis sobre el “canon occidental”, donde situó a William Shakespeare y Miguel de Cervantes cono figuras fundamentales de la literatura de esta mitad del mundo, con Walt Whitman, Franz Kafka, Marcel Proust, James Joyce y Virginia Woolf secundándolos.

A pesar que se dedicó por décadas al trabajo académico, los libros del estadounidense se convirtieron en best sellers y tuvieron un amplio respaldo popular, frecuentando las listas de los libros más vendidos.

El canon occidental: la escuela y los libros de todas las épocas (1994) y Cómo leer y por qué (2000) destacan como sus obras más citadas, así como Genios. Un mosaico de cien mentes creativas y ejemplares (2002) y Shakespeare, la invención de lo humano (1998), entre varios otros.

En vida, el autor también tuvo férreos críticos, tanto lectores como autores, quienes señalaron que en sus listas sólo incluía “hombres blancos” en desmedro de la diversidad cultural, o de escritores que se construían desde el ámbito político-social, étnico o de su propio género.

A ellos -multiculturalistas. feministas, marxistas y neoconservadores, entre otros-, los tildó de exponentes de “la escuela del resentimiento”, término que acuñó para referirse a autores que habían traicionado “el propósito esencial de la literatura”.

“La vida es corta y hay que elegir bien qué leer”, fue una de las frases célebres en la que apoyó su amplia bibliografía, en la que se propuso trazar una ruta literaria tanto para lectores experimentados como neófitos.

“Es, según cualquier cálculo, una de las presencias literarias más estimulantes del último medio siglo, y la más proteica”, escribió Sam Tanenhaus en 2011 para The New York Times Book Review, revista de referencia del mundo literario estadounidense ahora replicada en el obituario de The New York Times. “(Bloom es) una raza singular de erudito-maestro-crítico-escritor-poeta-panfletero”, agrega.