El gobierno español estudia tomar medidas contra la toma de posesión del nuevo presidente regional catalán, el independentista Carles Puigdemont, quien no prometió fidelidad a la Constitución española, garante de la unidad nacional, informó este miércoles Mariano Rajoy.

“Los servicios jurídicos del gobierno harán un informe y, a la vista del informe que hagan, nosotros tomaremos las decisiones que nos parezcan ajustadas a la legalidad”, afirmó el jefe del gobierno a los periodistas en el Congreso de los Diputados.

“Como ya anuncié hace escasas fechas, no voy a dejar pasar ni una (ilegalidad), entre otras cosas, porque es mi obligación como presidente del gobierno” señaló.

El martes, el independentista Carles Puigdemont, designado sucesor a última hora del presidente catalán Artur Mas, asumió el cargo con una fórmula en la que evitaba prometer fidelidad a la Constitución española, como suele ser habitual en estas ceremonias.

Investido el domingo por el parlamento catalán, con mayoría absoluta independentista desde las elecciones regionales del 27 de septiembre, Puigdemont quiere convertir esta rica región nororiental de 7,5 millones de habitantes en una república independiente en 2017.

Para ello se comprometió a aplicar el plan plasmado en una polémica resolución aprobada el 9 de noviembre por el parlamento regional, suspendida pocas semanas después por el Tribunal Constitucional, jurisdicción encargada de velar por el cumplimiento de la Carta Magna.

En ese texto, apoyado por una ecléctica alianza de diputados independentistas, desde conservadores hasta izquierdistas radicales, se comprometían a lanzar un proceso de secesión y se declaraban insumisos a las instituciones españolas.

“No nos va a faltar firmeza ni determinación” para defender la unidad de España, aseguró el martes el jefe del gobierno conservador en funciones.

Los últimos acontecimientos en Cataluña aumentan la presión en Madrid para formar gobierno tras las elecciones legislativas del 20 de diciembre que dejaron un parlamento dividido entre cuatro partidos principales y sin mayorías claras.

En la constitución del nuevo Congreso este miércoles, Rajoy aprovechó para reclamar nuevamente un ejecutivo con amplio apoyo parlamentario. Su intención es acordarlo con los centristas de Ciudadanos (cuarta fuerza) y los socialistas del PSOE, principal partido opositor que aspira por su parte a pactar una alianza de izquierdas.