En lo que será una de las leyes más duras respecto de inmunización en el mundo, este jueves el Estado de California aprobó una ley que obligará a todos los niños del territorio a ser vacunados, sin posibilidad de que los padres se opongan por motivos personales o religiosos.

La moción, presentada por los senadores demócratas Benjamin Allen de Santa Monica y Richard Pan, quien ejerce como pediatra en Sacramento, fue aprobada por 46 votos contra 31, bajo fuertes críticas de algunos parlamentarios y de representantes de los movimientos anti-vacunas.

El texto ordena que todo menor de edad que ingrese a kinder en el Estado de California sea vacunado contra el sarampión y la tos convulsiva (coqueluche), salvo que cuente con un certificado que demuestre una condición médica como alergias o problemas en el sistema inmunológico, describe el diario local Los Angeles Times.

La decisión estuvo influenciada por las bajas tasas de vacunación en algunas zonas del Estado, así como por los brotes de sarampión en Disneylandia y Anaheim, que acabaron contagiando a 130 personas.

“Como madre, entiendo que las decisiones sobre el cuidado de nuestros hijos son profundamente personales, pero así como respeto el derecho a tomar decisiones como familia, también debemos considerar que ninguno de nosotros tiene el derecho a poner en riesgo a otras personas”, indicó la senadora demócrata Lorena González, quien apoyó la nueva ley.

“Soy una fervorosa partidaria de las decisiones paternas en esta materia, pero creo que junto a la capacidad de elegir también hay un asunto de responsabilidades personales”, coincidió la senadora republicana Catharine Baker.

Una opinión totalmente opuesta a la del también demócrata, Mike Gatto, quien abogó por el derecho de los padres a tomar decisiones sobre la salud de sus hijos.

“Los términos de esta ley están condenados desde un punto de vista constitucional, ya que incluso infringe el derecho de los niños a asistir a la escuela”, indicó.

Aunque ya existían otros 31 estados en los Estados Unidos que rechazaban los principios morales o personales como razones para no vacunar a un niño, California será el único estado que también rechazará las razones religiosas, dejando únicamente los problemas médicos como excepción.

Christina Hildebrand, representante del grupo “Una voz por la elección”, indicó que objetarán la ley a través de tribunales y que llamarán a un plebiscito si el gobernador Jerry Brown promulga la ley.

“Haremos todo lo que sea necesario. Esta ley es inconstitucional”, afirmó Hildebrand.

Por su parte, el gobernador Brown aún no se ha pronunciado oficialmente sobre si promulgará la ley, sin embargo en el pasado ha dado señales de estar de acuerdo con la obligatoriedad de las vacunas.

“El gobernador cree que las vacunas son tremendamente importantes y un gran beneficio a la salud pública, por lo que cualquier ley en este sentido que llegue a su escritorio será cuidadosamente considerada”, indicó el portavoz del gobernador, Evan Westrup.