El concejal de Osorno, Carlos Vargas, calificó al obispo de la ciudad Juan Barros, como un administrador de dinero y no un guía espiritual, luego que trascendidos señalaran sobre una considerable baja de los aportes económicos de las parroquias para el obispado.

Según los mismos fieles, la división que mantiene Barros con la ciudadanía ha generado que la gente deje de aportar el 1%, que es el dinero que las pequeñas iglesias reúnen.

Para Carlos Vargas, esta situación la confirman quienes participan como laicos comprometidos en las distintas parroquias, que evidencian -según testimonios- la baja en el aporte económico de los fieles.

El concejal además criticó a Juan Barros por su poca presencia en medio de la comunidad, asegurando que el sacerdote por lo único que se destaca es por su preocupación por el bajo aporte de recursos a la diócesis.

Vargas, aseguró que si bien no existen cifras oficiales sobre las cifras del aporte que se realiza desde las parroquias al obispado, es un secreto a voces que estos han bajado por la presencia del obispo Barros.