A horas de concluir el Festival de Viña del Mar, parte del jurado ya se hizo su propia opinión del certamen, que este año celebró su LVI versión.

Si bien formar parte del evento podría restar objetividad a sus opiniones, lo cierto es que dos de ellos no tuvieron problemas en mencionar las falencias de la organización, que se notaron cada noche.

El primero de ellos fue el cantante chileno Nano Stern, quien en entrevista con Emol comentó que “el Festival debería empezar más temprano”, y evitar que salgan de madrugada artistas respetados.

“Se entiende que, en los shows estelares, la gente pagó mucha plata y quiere ver un show largo. (Pero) por qué Cultura Profética tiene que salir a tocar a las 3 de la mañana”, se cuestionó el cantautor.

En la misma línea, el salsero Óscar D’León afirmó al mismo medio que pudo notar “la tónica del bache”. Es decir “muchos minutos para esperar al otro artista. Es mucho, mucho, deberían acortar un poco”, aconsejando shows de no más de 60 minutos.

Lo anterior “va en detrimento del Festival. Hay que tomar en cuenta que aunque haya televisiones, sponsors, hay que minimizar el espacio entre artista y artista, para que no tengamos tanta espera”.

Gaviota para todos

La entrega indiscriminada de gaviotas, es un hecho que también preocupa al venezolano. “Creo que se está dando muy fácilmente, eso hay que tomarlo en cuenta. Creo que hay que ser un poquito exigente en la entrega de la Gaviota. Hay que tener cuidado con eso, porque va a empezar la gente a no tener credibilidad en Festival“, aseguró.

La Gaviota debe ser algo que la gente tenga la ansiedad (de entregar) y que no llegue tan fácil a nosotros. Así como para sacarse un siete cuesta mucho, también debería costar mucho ganarse una Gaviota”, agregó.

Similar fue la opinión de Stern, quien aseveró que “todo esto de la premiación es un poquito ridículo, creo que sobra, y en ese sentido qué bueno que hay menos (premios), que en vez de cuatro hay dos”.

“Cuando uno ve que todos los artistas que han pasado por ahí se llevan todos los galardones posibles, como que pierde un poco el sentido. Es más como un reconocimiento, y eso sí es lindo”, concluyó.