Estados Unidos tildó este jueves de “falsas” las acusaciones del presidente venezolano Nicolás Maduro sobre un golpe de Estado que estaría fraguando la oposición, con apoyo de Washington, para derrocarlo.
“Los señalamientos hechos por el gobierno venezolano que Estados Unidos está involucrado en conspirar en un golpe y la desestabilización no tiene basamento y son falsos”, señaló en un comunicado la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.
“Estados Unidos no promueve la desestabilización en Venezuela ni tampoco estamos intentando socavar su economía ni su gobierno”, añadió Psaki, subrayando que Washington sigue siendo el principal socio comercial de Caracas.
Repitiendo unas declaraciones que hizo hace solo seis días, Psaki llamó a Venezuela a “dejar de intentar distraer la atención de los problemas económicos y políticos del país” con esas acusaciones, “y enfocarse en encontrar soluciones reales” a través del diálogo democrático.
Pero “a pesar de las dificultades en nuestra relación oficial, Estados Unidos sigue comprometido en mantener nuestros fuertes y duraderos lazos con el pueblo venezolano”, subrayó.
Maduro, al igual que hacía su antecesor, el fallecido Hugo Chávez, denuncia con frecuencia intentos de golpe de Estado y planes desestabilizadores orquestados por la derecha venezolana en colaboración con sectores de la derecha de Colombia y de Estados Unidos.
La noche del jueves el mandatario informó que el alcalde mayor de Caracas, el opositor Antonio Ledezma, fue detenido por orden de la fiscalía por promover un presunto golpe de Estado en Venezuela.
En una alocución de difusión obligatoria por radio y televisión, Maduro reiteró su denuncia lanzada días atrás de que la oposición, con apoyo de Washington, busca derrocarlo.