La primera jornada de un paro de campesinos colombianos para defender el sector, que aseguran ha sido golpeado por los tratados de libre comercio, y para denunciar supuestos incumplimientos de las ayudas prometidas por el gobierno, terminó el lunes con tres heridos.

“Pelearemos por permanecer en el campo, por el derecho al trabajo, para que no se acaben los campesinos en Colombia”, dijo César Pachón, uno de los líderes de la protesta en un comunicado.

La policía informó que un agente fue herido por un disparo de manifestantes en Huila (suroeste).

“Garantizamos protesta pacífica pero no podemos tolerar que un policía haya sido herido con arma de fuego por manifestantes”, dijo en su cuenta de Twitter el director de la policía, Rodolfo Palomino.

En tanto, en Bogotá la alcaldía registró un antidisturbios herido en una protesta de estudiantes que apoyaban a los campesinos, y un gremio de funcionarios denunció que uno de sus miembros recibió un impacto de bala de goma lanzada por policías.

Los campesinos movilizados señalaron que se reunirán el martes en Bogotá con el gobierno para discutir sus peticiones de mejoras y ayudas al sector, que afirman que ha sido duramente golpeado por los Tratados de Libre Comercio (TLC) firmados por Colombia, principalmente con Estados Unidos y Europa, y por el contrabando.

“Mañana nos reuniremos con el ministro, pero el paro sigue siendo indefinido”, dijo a la AFP Juan Hernando Matamoros, uno de los portavoces del movimiento Dignidad Agropecuaria, quien no dio cifras de participación.

Además, los campesinos demandan un control de los precios de los insumos, la condonación de créditos y una mayor protección al medioambiente, mediante el control a la actividad minera.

“La culpa es del gobierno porque en este momento quiere dar pañitos de agua tibia. Se requieren políticas agropecuarias serias en Colombia para que cada campesino cuando salgamos a vender nuestros productos vendamos por encima de los costos de producción”, explicó Pachón.

Por su parte, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dijo que esta protesta agrícola es “injustificada” porque su gobierno ha “hecho unos esfuerzos enormes en materia de presupuesto”.

La protesta campesina se produce después del fracaso de varias reuniones entre representantes de los campesinos y miembros del gobierno. Los agricultores afirman que las autoridades han incumplido acuerdos alcanzados en septiembre pasado -tras varias semanas de manifestaciones que dejaron varios muertos y decenas de heridos, en las cuales hubo fuertes cierres de carreteras.

En esta ocasión, el gobierno ha dicho que no permitirá bloqueos de vías y que en caso de que las manifestaciones se tornen violentas suspenderá el diálogo con los campesinos.

Estas movilizaciones se producen a pocas semanas de las elecciones presidenciales del 25 de mayo, comicios en los cuales Santos aspira a la reelección.