El presidente ruso Vladimir Putin dijo este jueves que “espera realmente” no tener que enviar a sus fuerzas a Ucrania para proteger a la población rusohablante en el país.
“Espero realmente no verme obligado a usar este derecho”, dijo Putin, y recordó que la cámara alta del Parlamento le autorizó el pasado 1º de marzo a enviar tropas al territorio ucraniano.
Putin desmintió que hubiera actualmente unidades rusas en Ucrania, pero admitió por primera vez que unidades rusas estuvieron en Crimea durante el referéndum de marzo, que permitió la incorporación de esa península ucraniana a Rusia.
En el terreno, las fuerzas ucranianas acumulan los reveses frente a los grupos armados en la región de Slaviansk, ciudad emblemática de la última serie de insurrecciones prorrusas, controlada desde el sábado por fuerzas separatistas.
El miércoles, manifestantes y hombres armados rodearon una columna de la 25º Brigada Paracaidista ucraniana a pocos kilómetros al sur de Slaviansk y obligaron a sus efectivos a deponer las armas. Milicianos con uniformes no identificados se apoderaron de seis vehículos blindados y los incorporaron, con banderas rusas, a la defensa de Slaviansk.
El presidente ucraniano, Olexandre Turchinov, anunció el jueves la disolución de la columna, a la que acusó de “cobardía”, e indicó que sus miembros serán procesados.
En Donetsk, ciudad rusohablante del este, una veintena de hombres armados y encapuchados ocuparon el ayuntamiento.
Según Ucrania y las potencias occidentales, los milicianos separatistas, llamados “hombres verdes” en Ucrania, son soldados de élite rusos como los que operaron en Crimea.