El sacerdote Gerardo Joannon fue suspendido de sus funciones eclesiásticas mientras dure una investigación sobre su vinculación con un caso de adopciones irregulares ocurridas en los años ochenta, anunció este martes la Congregación de los Sagrados Corazones.
“Como medida prudencial, se le ha solicitado al padre Gerardo Joannon, ss.cc. que suspenda su servicio en la Parroquia de La Anunciación, por el tiempo que dure esta investigación”, indicó un comunicado firmado por Alex Vigueras, Superior Provincial de la Congregación de los Sagrados Corazones.
Un reportaje del medio electrónico Ciper vinculó a Joannon con dos casos documentados de adopción en los que los padres biológicos de dos recién nacidos fueron engañados al indicarles que sus hijos habían muerto, pero en realidad habían sido dados en adopción.
Joannon, un cura con 50 años de servicio y actualmente a cargo de una parroquia en Santiago, habría accedido al pedido de la familia de las jóvenes madres, de acomodada posición, de entregar a los recién nacidos para evitar un aborto. El caso también involucra a una decena de ginecólogos chilenos, según el reportaje de Ciper.
La investigación del caso, que hasta el momento no ha sido denunciado a la justicia, estará a cargo del sacerdote David Albornoz, quien escuchará los testimonios de las personas implicadas y emitirá un informe con los resultados de la pesquisa.
“A partir de dicho informe deberé decidir si corresponde iniciar un proceso canónico”, indicó Vigueras.
“Lo primero que hemos querido hacer es entrar en contacto y escuchar a quienes han sufrido con esta situación y se han sentido vulneradas y vulnerados en sus derechos”, agregó la Congregación.
Joannon admitió en una entrevista con Ciper haber colaborado en las adopciones, pero negó tener conocimiento sobre los engaños a los padres biológicos.
“No tengo ni una duda de que lo que hice en ese momento, era lo que tenía que hacer. Y a Dios gracias eso significó que cuatro o cinco, no recuerdo cuántas niñitas, tuvieran un hogar y se salvaran”, afirmó el clérigo.
Entre 2004 y 2005 los padres biológicos lograron identificar a sus hijos supuestamente muertos.