El primer satélite de comunicaciones de Bolivia, construido por China y lanzado al espacio en diciembre pasado, comenzó a operar comercialmente este martes y pronto permitirá reducir los costos de telefonía e Internet en uno de los países más pobres de Sudamérica.

El viceministro boliviano de Telecomunicaciones, Roy Méndez, informó desde una estación de control cercana a La Paz la transferencia del monitoreo del satélite de técnicos chinos a bolivianos, en un acto transmitido por el canal estatal.

“A partir de este momento el satélite Tupac Katari, un satélite boliviano a 36.000 kilómetros sobre la Tierra en su órbita, se encontrará totalmente controlado, monitoreado y operado por técnicos e ingenieros bolivianos para beneficio de todos los bolivianos”, aseveró Méndez.

Tras el acto realizado en la estación de Amachuma, en la ciudad andina de El Alto, vecina de La Paz, el presidente Evo Morales confirmó el inicio de las operaciones comerciales del satélite Tupac Katari.

Por ahora, la estatal de telecomunicaciones Entel es la firma que más utilizará los servicios del satélite, lo que se traducirá en la reducción de costos de telefonía celular e Internet e inaugurará el de televisión satelital para áreas rurales.

Morales explicó que el satélite ‘Tupac Katari’ permitirá bajar el costo de telefonía celular de 1,50 bolivianos por minuto (120 pesos chilenos) a 1,20 bolivianos (96 pesos) y de Internet de 230 bolivianos ($18.400) por 1 Mbps (mega-bytes por segundo) a 195 bolivianos ($15.600).

El ‘Tupac Katari’ -que debe su nombre a un guerrero aymara del siglo XVIII que combatió la dominación española- es un satélite de 5,3 toneladas de peso, de 2,36 m de largo y 2,1 m de ancho.

Fue lanzado por un cohete chino el 20 de diciembre último y su vida útil será de 15 años. Su costo fue de 300 millones de dólares, 256 millones financiados por China y 44 millones por Bolivia.

China se ha convertido en una de las principales plataformas de desarrollo satelital para América Latina. El gigante asiático puso en órbita tres satélites de observación terrestre para Brasil, dos para Venezuela, uno para Argentina, uno para Ecuador y construye uno más para Nicaragua.

Pekín busca dominar el 15% del mercado de lanzamiento de satélites comerciales y militares a nivel mundial para 2020.

La puesta en órbita del satélite boliviano provocó las críticas de la oposición, que consideró que el país, con un PIB per cápita de unos 2.800 dólares, necesita destinar sus inversiones a obras prioritarias.

Pese a los cuestionamientos, el gobierno boliviano planea adquirir un segundo satélite de prospección de recursos naturales que colocaría en órbita en 2017, a un costo de 80 millones de dólares, según la Agencia Boliviana estatal.