El grupo petrolero español Repsol ganaba más de 4% en la apertura de la Bolsa de Madrid el martes, debido al principio de acuerdo con el gobierno argentino para una compensación financiera tras la expropiación de la filial YPF en 2012.
La acción de Repsol subía un 4,34%, a 19,25 euros, en la plaza madrileña, que hacia las 08H30 GMT evolucionaba en alza de 0,32%.
El consejo de administración de Repsol debe pronunciarse sobre el proyecto de acuerdo el miércoles.
El Gobierno argentino decidió en abril de 2012 nacionalizar el 51% de la petrolera YPF, filial en un 57,4% de Repsol, provocando una crisis diplomática entre Buenos Aires y Madrid.
“Se ha arribado a un principio de acuerdo acerca de la compensación por la expropiación del 51% del paquete accionario de YPF ocurrida en abril de 2012, sujeto a ratificación de los máximos órganos rectores de Repsol”, señaló el lunes en un comunicado el Ministerio de Economía argentino.
“El Consejo de Administración de Repsol analizará y acordará lo que estime conveniente en exclusivo interés de la Compañía y de sus accionistas” el miércoles, anunció por su parte el grupo español en un breve comunicado.
La prensa española estima que Repsol podría ser indemnizado con unos 3.700 millones de euros (5.000 millones de dólares) si el acuerdo, que incluye la suspensión de las acciones legales en curso, se aprueba.
El principio de acuerdo fue concluido tras una reunión, el lunes en Buenos Aires, con la presencia del ministro español de Industria, José Manuel Soria; el ministro argentino de Economía, Axel Kicillof; y el director general de la compañía nacional mexicana Pemex, accionista de Repsol (9,5%), Emilio Lozoya Austin, precisó el Ministerio argentino de Economía.
El “principio de acuerdo implicará fijar el monto de la compensación y su pago con activos líquidos y que ambas partes desistirán de las acciones legales en curso”, indica la nota de prensa.
Después de que Buenos Aires nacionalizara el 51% de las acciones de YPF en abril de 2012, Repsol interpuso una demanda de arbitraje en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI, vinculado al Banco Mundial), para protestar contra la expropiación y reclamar 10.000 millones de dólares de compensación.
El principal argumento del Gobierno argentino para tomar esa drástica decisión fue la falta de inversiones de Repsol, en un momento en que el país se enfrentaba a una subida vertiginosa de sus importaciones de hidrocarburos.